Ministra Ríos Farjat inaugura el congreso 'Doble jornada laboral de las mujeres. Retos para visibilizar el trabajo de cuidados' en Mérida

Con el objetivo de visibilizar el trabajo de cuidados realizados principalmente por las mujeres, se inauguró el congreso “Doble jornada laboral de las mujeres. Retos de visibilizar el trabajo de cuidados”, que se lleva a cabo este 22 y 23 de septiembre en la Casa de la Cultura Jurídica en Mérida, Yucatán.

En la ceremonia la ministra de la Suprema Corte, Margarita Ríos Farjat, resaltó la importancia de visibilizar el trabajo de cuidados: “Los cuidados, son un trabajo de amor, (son) una oportunidad de darnos y de dar lo mejor a los demás (...). Estas labores tienen un valor, las personas que ayudan y cuidan no nada más están cuidando a los demás, también permiten el progreso social y el movimiento económico, permiten que las personas puedan observar la solidaridad en acción”, dijo.

Durante su reflexión, la ministra resaltó la participación histórica de las mujeres de Yucatán en el feminismo mexicano y recordó que durante muchos años la plenitud profesional era permitida solamente para los hombres, mientras que, para las mujeres, los cuidados eran una tarea forzosa, y ni siquiera podían soñar con dedicarse a algo más.

Posteriormente, durante la conferencia magistral que impartió, Ríos Farjat analizó varias sentencias de la Corte que reconocen la doble jornada laboral de mujeres que ejercen su profesión y además hacen trabajo en casa.

Como ejemplo de ello, la ministra narró el caso de una enfermera jubilada a la que en una primera instancia se le negó la pensión que demandaba a su exesposo porque ya contaba con una pensión que le permitía subsistir. No obstante, ella alegaba que tenía derecho a recibir una pensión alimenticia porque no solo tenía un empleo remunerado, sino porque también se dedicó al trabajo del hogar y el cuidado de los hijos y la SCJN, le dio la razón.

La integrante de la Primera Sala abordó otros temas como la procedencia de compensación económica entre cónyuges (en casos de divorcio sin expresión de causa) cuando una ley local no contempla ese mecanismo o la obligación de los jueces para no exigir al cónyuge solicitante de la compensación económica que pruebe que se dedicó preponderantemente al trabajo del hogar.

En este sentido, explicó que el derecho familiar ha evolucionado a partir de la valorización del trabajo de cuidados: “Si el derecho familiar antes descansaba en unos entendimientos estereotipados de los roles de las mujeres y los hombres, ahora esto es sustituido por figuras que parten de la responsabilidad de los unos con los otros”, señaló.

La ministra también hizo un reconocimiento a las personas que llevan sus historias de vida a los tribunales, pues, a su consideración los cambios jurídicos se deben a la sociedad. “Son las personas las que, con mucho dolor y muchas cosas fuertes a cuestas, litigan. Así que mi reconocimiento a ellas, porque son de ellas estos asuntos, hay que darles siempre su reconocimiento porque las sentencias son parte de su historia de vida”.

Ante juzgadoras de todo el país, Ríos Farjat reconoció el trabajo que realiza la judicatura e hizo un llamado a las juezas a no perder de vista su responsabilidad, pues “con esa perspectiva podemos tener una mirada más atenta a las situaciones de desequilibrio, a las situaciones de desigualdad y tendremos la creatividad y la sensibilidad para remediarlas”.

Finalmente, agradeció la invitación de la magistrada María Emilia Molina, presidenta de la Asociación Mexicana de Juzgadoras (AMJAC), institución organizadora del evento, y destacó la participación de la Universidad Autónoma de Yucatán (UAY), a través de los concursos de cápsulas y cuentos cortos que se organizaron a fin de que el estudiantado conozca e interprete las sentencias de la Suprema Corte sobre la doble jornada laboral y el trabajo de cuidados.

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Leo