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Migrantes en CDMX saturan explanadas, camellones, iglesias…

Sacerdotes piden ayuda urgente, pues parroquias ya no pueden atenderlos; presencia de indocumentados genera intolerancia en vecinos; acusan foco de infección e inseguridad
  • Por Redacción

La falta de espacios en los albergues de la Ciudad de México ha obligado a los migrantes irregulares a buscar nuevos sitios donde esperar para su traslado al norte del país, siendo iglesias, camellones y explanadas públicas los lugares que principalmente ocupan.

Esta situación ha generado expresiones de intolerancia entre los vecinos afectados, así como llamados urgentes de sacerdotes, quienes no se dan abasto en la atención de las personas que llegan a ser miles.

Los albergues Cafemin, en la alcaldía Gustavo A. Madero, y Tochan y Casa Fuentes, en la Álvaro Obregón, son sólo algunos sitios que se encuentran abarrotados, incluso hay lista de espera, ya que los migrantes duermen en la calle.

La directora de Tochan, Gabriela Hernández, dijo a La Razón que han tenido que sacar carpas a la calle para albergar a los migrantes, ya que al interior tienen hasta 130 personas viviendo, cuando el espacio es para 50 personas.

“Es muy grave lo que está pasando, ya que pasan los días y siguen llegando personas de todos los países a pedir un lugar para dormir, pero no podemos, ya estamos saturados; hasta tiene que dormir en la calle por la falta de espacio”, agregó.

En Casa Fuentes la situación es muy similar, ya que llegan cada semana al menos 50 nuevos huéspedes, por lo que han tenido que sacar colchonetas “extras” para atender la demanda. “Veo difícil la situación en la capital, es tanta la llegada de migrantes que no nos damos abasto; cada vez hay más gente y no hay apoyos para atenderles, estamos saturados”, dijo Beatriz Fuentes, directora del lugar.

Ante este panorama, la Arquidiócesis Primada de México advirtió que la saturación ha provocado que los migrantes comiencen a llegar a sus parroquias a pedir atención, misma que no se puede negar, pero que comienza a ser una preocupación.

Por ello, han abierto algunas iglesias en la que atienden entre 100 personas por día, pero en la parroquia de la Santa Cruz y Nuestra Señora de la Soledad, en la zona del Centro de la capital del país, se atienden hasta dos mil diariamente.

A esta situación se suma la presencia de los extranjeros en lugares como la Central de Abasto, camellones de la central de autobuses Tapo, el parque Giordano Bruno, en la colonia Juárez, Iztapalapa, alrededores del Metro Moctezuma y Revolución, así como en la colonia Buenavista y la alcaldía Tláhuac.

En algunas expresiones de molestia de los vecinos ya se empieza a ver un resentimiento en contra de estas personas, pues dicen que ensucian calles, son focos de infección, se apropian de lugares públicos, hay autoempleo y realizan conductas impropias, como beber alcohol, ingerir drogas u otros actos negativos.

Vecinos de la unidad habitacional Villas de los Trabajadores, en Tláhuac, han mostrado molestia y preocupación por la cada vez más extensa llegada de extranjeros, pues el albergue que instaló el Gobierno capitalino fue cerrado y toda la gente se quedó a vivir ahí.

Por su parte, Isaac García, habitante de la unidad, explicó a La Razón que desde mayo pasado ha ido en aumento la cantidad de migrantes en las principales avenidas de la alcaldía, debido a que en casas de campaña, parques y calles instalaron sus campamentos para resguardarse, lo que es un riesgo por enfermedades, inseguridad y salud, ya que no hay regulación en su presencia.

“Ya cocinan en la calle para vender, hay quienes cortan el cabello y rentan para cargar celulares, pues se lograron conectar de la luz de la calle. Ellos se quedan en casas de campaña a lo largo de dos kilómetros, lo que también nos pone en peligro porque debemos que caminar por debajo de la banqueta, aparte que son agresivos y hay un hospital del ISSSTE donde estorban”, dijo.

Señaló que otro de los problemas es que orinan en la calle, toman bebidas alcohólicas todo el tiempo, se drogan y hasta tienen relaciones sexuales a la vista de todos, aparte de los montones de basura que dejan.

Cecilia Jiménez, quien también es vecina del lugar, mencionó que han llamado en repetidas ocasiones a las autoridades de la alcaldía, pero no les han hecho caso, por lo que han tomado la decisión de contratar empresas privadas de seguridad para retirarlos del lugar.

“Esperemos que no se queden, queremos que se vayan. Vemos que ya se metieron a la unidad y viven en departamentos, no sabemos si rentan o se apropiaron; ya se apropiaron de lugares comunes de la gente, se bañan en la vía pública sin ningún tipo de pudor, aparte se están despiojando en la calle, poniendo en riesgo la salud de la gente”, explicó.

Opinó que las autoridades deben trasladar a los migrantes al Bosque de Tláhuac, que está a sólo unos metros o buscarles un nuevo sitio, debido a que cada vez la situación es insostenible y no saben qué hacer.

Agentes de la Guardia Nacional (GN), en coordinación con el Instituto Nacional de Migración (INM) rescataron en el estado de Veracruz a 554 personas migrantes procedentes de África, América y el Caribe en la última semana.

Las acciones de rescate humanitario se llevaron a cabo principalmente en las carreteras de los municipios de Acayucan y Cosamaloapan, donde guardias nacionales realizaban labores de seguridad, vigilancia y prevención del delito, en apoyo al personal del INM.

El personal de ambas instituciones, en distintos hechos, efectuó revisiones a autobuses de pasajeros y vehículos de carga, donde localizaron un total de 554 personas migrantes, entre las cuales se encontraban 318 hombres, 127 mujeres y 109 menores de edad.

Los extranjeros originarios de países como Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Guinea, Haití, Honduras, Nicaragua, Senegal y Venezuela no contaban con la documentación para acreditar su estancia legal en México.

Las personas en contexto de movilidad fueron trasladadas a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración en Acayucan, Veracruz, donde se ofreció alimento y asistencia médica a quien lo requirió, además de orientación sobre los trámites migratorios que deben realizar mientras se define su situación jurídica en el país.

Por otra parte, al menos 30 migrantes irregulares llegaron a la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez para intentar cruzar hacia Estados Unidos, luego de su salida en la caravana migrante del pasado 30 de octubre.

De acuerdo con medios locales, los extranjeros llegaron a cruzar el Río Bravo, mientras que agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) sólo los veían, sin detenerlos; tiempo después, liberaron su paso por las barricadas de alambre de púas que colocó el Gobierno de Texas y se formaron en la puerta 36 donde fueron recibidos para iniciar su proceso.

La caravana migrante que integró en su momento hasta ocho mil personas, se desintegró el pasado 10 de noviembre, pero muchos grupos pequeños decidieron continuar su camino hasta la frontera norte de México, para lograr el sueño americano.

Hasta el momento, varios migrantes se encuentran varados en Oaxaca y la Ciudad de México.

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