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Migración de chinos a México repunta 42,367%

En su mayoría se concentran en la CDMX; han logrado hacerse de edificios para vender mercancías de procedencia ilegal; su llegada, “exclusivamente” por pactos con el crimen, aseguran activistas
  • Por Redacción

México no es sólo reducto para los ciudadanos venezolanos que migran de manera irregular ante la crisis político-económica en su país y que han visto aquí una manera de asentarse o de moverse para llegar a Estados Unidos, sino que la llegada de personas originarias de China también registra un notable auge.

En sólo cinco años, la migración indocumentada del país oriental hacia México aumentó 42 mil 367 por ciento, debido a la gama de oportunidades que han encontrado en nuestro país y a diferencias ideológicas, de acuerdo con expertos.

El jueves pasado, La Razón informó que la llegada de venezolanos irregulares a México ha sido explosiva en los últimos seis años, con un incremento exponencial de 836 veces, al pasar de 288 entradas en todo el 2018 a 240 mil 780 personas migrantes sólo en los primeros siete meses del 2024, cifra que, incluso, ya superó a los registros de todo el año 2023, cuando se alcanzó el máximo histórico.

Reportes de la Secretaría de Gobernación (Segob) exponen que, durante el 2019, fueron detenidas en México 33 personas chinas irregulares; el 2020 (año con pandemia) fueron cuatro; en el 2021 se registraron 50; sin embargo, para el 2022 el número creció hasta mil 225; en el 2023 creció exponencialmente a 14 mil 014, mientras que en los primeros siete meses del 2024 el número ascendía ya a 11 mil 256.

Uno de los mayores puntos de concentración de personas de ese país se encuentra en la Ciudad de México, principalmente en calles del Centro Histórico, donde han logrado hacerse de varios edificios para vender mercancías, muchas de ellas sin sellos de aduanas o de dudosa procedencia.

Al respecto, el director del Centro de Dignificación Humana, Luis García Villagrán, aseguró que la llegada de chinos es “exclusivamente” por pactos con el crimen organizado, ya que son los que vienen con mayores recursos para pagar sus traslados irregulares.

En entrevista con La Razón, comentó que los hoteles de medio y gran lujo son los que concentran a los ciudadanos de ese país, aun siendo pobres, debido a que tienen arreglado su traslado desde que salen de su nación.

“Yo creo que desde el año pasado aumentaron su llegada irregular, porque incluso los hemos visto en caravanas. No hay registros de ellos para trámites en CBP para asilo en Estados Unidos ni en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados en México”, explicó.

Dijo que la mayoría de ellos viene por conflictos ideológicos, ya que muchos son cristianos y de otras religiones, además de diferencias políticas, porque en su país no pueden ejercer libremente sus derechos, debido a una mayor cantidad de restricciones.

Sostuvo que una forma en la que están operando para evitar los retenes del Instituto Nacional de Migración (INM) es comprar triciclos y bicicletas para pasar desapercibidos de los agentes. “Así van avanzando, por eso no se nota su migración y, como son chinos, sólo les cobran 500 dólares a Oaxaca y mil, a la Ciudad de México”.

Reportes del Ministerio de Seguridad Pública de Panamá establecen que del 2010 al 2022 se tiene registro de dos mil 381 personas de esa nación que intentaron pasar por la Selva del Darién, mientras que para el 2023 fueron 25 mil y en los primeros siete meses del 2024 el número es de 12 mil 067 en 2024.

Gabriela Hernández, directora del albergue Tochan en la Ciudad de México, explicó que en su refugio sí ha tenido presencia de personas chinas, de las que la mayoría quiere llegar a Estados Unidos, aunque otros sí han manifestado su deseo de quedarse en México para comenzar negocios.

Señaló que el problema con ellos es que no hablan español o inglés, además de que muchos traficantes los extorsionan por traer más dinero que otros migrantes.

“Lo trágico de estas personas es que no hablan inglés y es más difícil su atención, pero muchos son sujetos de extorsiones y secuestros. Si a los de habla hispana les va mal, a ellos les va peor. Un chino que estuvo con nosotros ocho meses, se fue a la frontera norte, cruzó y lo detuvieron”, explicó.

Sostuvo que quienes se quedan por no tener oportunidad de llegar al país vecino del norte tratan de juntarse con otros y hacer negocios, para comerciar productos que llegan de ese país.

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