México se hace más caluroso; alertan por mayor estrés hídrico

La situación adversa por el calor en México ha ido en aumento y actualmente nuestro país se enfrenta a un estado con mayor estrés hídrico, esto es cuando la demanda de agua es más alta que la disponible durante un periodo de tiempo, en buena medida por las fuertes temporadas de calor que se han registrado, agravando entidades con sequía.

De acuerdo con el Monitor de Sequía del Gobierno federal, después de la pandemia por Covid, 2023 se colocó como el más caluroso de los últimos tres años, con un promedio de 30.42 grados de enero a octubre.

Considerando estadísticas por mes, junio resulta con las más altas temperaturas desde 2018, mientras que al menos cinco meses han roto los récords de calor desde ese año (enero, marzo, junio, julio y agosto). Además, febrero también fue más caluroso que 2022 y 2020, con 26.3 grados.

Klaus Uwe Ritter Ocampo, secretario de la Comisión de Cambio Climático y Sostenibilidad de la Cámara de Diputados, dijo a La Razón que se van a seguir viendo fenómenos climáticos más extremos relacionados con fuerte sequía y un aumento de calor, por lo que consideró que el país ya vive “tiempos extra” en este sentido y la situación continuará si los gobiernos no se adaptan.

“México se está acercando a ser de los países con mayor estrés hídrico, según la ONU, lo que viene directamente relacionado con el calor. Lo que considero es que lo que se debe hacer ya, es una transición urgente a energías verdes o alternativas, ya que no hay más lugar para lo fósil”, dijo.

Por estados, las entidades que aumentaron el nivel de su sequía extrema en 2023 fueron Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Querétaro y Sonora, debido principalmente a la falta de precipitaciones.

Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y al Servicio Meteorológico Nacional (SMN), de enero a octubre de 2021 se registraron en promedio 30.29 grados; para 2022 fueron 30.36 y para 2023 son 30.42.

Ritter Ocampo señaló que a través de la diplomacia, también se deben sacar este tipo de temas con los líderes mundiales, debido a que es una labor mundial, donde México ya está siendo afectado por los constantes aumentos de calor y las sequías cada vez más graves.

Indicó que la energía eólica, geotérmica y ahora el hidrógeno verde, deben ser el esfuerzo regional y nacional para que se mitiguen los efectos del calentamiento mundial, “pues, como vimos con el huracán Otis, ese calentamiento fue el que provocó la evolución del sistema”.

Agregó que ya no es momento de prevenir, sino de adaptarse a las consecuencias que está dejando la sequía en el país, pues cada vez son más extensas las zonas de “sequedad”, pero se pueden ir agravando al paso de los meses o años.

Apenas en abril pasado, un informe de S&P Global Ratings alertaba que hasta 20 entidades mexicanas resentirían los efectos del estrés hídrico para 2050, en comparación con los once que actualmente enfrentan la escasez de agua.

En el documento, alertaba que de no tomar medidas a tiempo, la continua y mayor exposición a un estrés hídrico ocasionaría efectos negativos en el crecimiento económico del país.

Apenas el jueves pasado expertos climáticos revelaron que en los últimos 12 meses la Tierra vivió las peores temperaturas, en parte porque se rebasó el calentamiento promedio por hasta 1.3 grados centígrados, algo que vinculan a los efectos de El Niño, fenómeno que también ha afectado a nuestro país.

De acuerdo con los analistas y basados en un informe de Climate Central, previo a la celebración de la COP28, reveló que pese a los compromisos globales para revertir el cambio climático, en el último año —entre el 1 de noviembre de 2022 y el 31 de octubre pasado— 90 por ciento de la población enfrentó hasta 10 días de calor máximo, por lo que, previeron, “nadie está a salvo” y el panorama luce cada vez más crítico, ante la resistencia de algunos sectores a dejar los combustibles fósiles.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó la reducción del caudal en 12 alcaldías de la Ciudad de México y 16 municipios del Estado de México, debido a que el Sistema Cutzamala se encuentra en crisis por la falta de almacenamiento, producto de la ausencia de lluvias.

Ante esto, se acordó una reducción de tres metros cúbicos por segundo (m3/s) en el suministro que llega a la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), por lo que pasará de 12.2 a 9.2 m3/s a partir del primer minuto de este sábado, en un acto de responsabilidad para evitar llegar al nivel mínimo de operación.

En conferencia, el coordinador del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), Rafael Carmona, detalló que el ajuste en el caudal se verá reflejado en una reducción en las horas de servicio con “buena presión” en 12 alcaldías de la capital, principalmente del poniente (excepto Gustavo A. Madero, Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac, que no se abastecen del sistema) y 16 alcaldías del Edomex.

“Hasta el 15 de octubre de este año recibíamos 28 m3/s de todas nuestras fuentes. Con la reducción que tenemos en este momento, vamos a reducir 2.5 m3/s, que es entre un 7 y un 8 por ciento”, explicó.

Añadió que se han realizado diferentes inversiones para prevenir el impacto de la falta de agua, como inversión de pozos en Lerma, recuperar fuentes de agua y mejorar la confiabilidad en la red de agua potable, mantenimiento y la rehabilitación de la infraestructura eléctrica para reducir interrupciones, tecnología y monitoreo para garantizar la correcta distribución del agua y un acceso equitativo, por lo que, en los siguientes siete meses, se habrán invertido mil 70 millones de pesos adicionales para disminuir los efectos de la sequía.

Al respecto, el Jefe de Gobierno capitalino, Martí Batres, aseguró que la crisis se debe a que el Cutzamala no ha recibido el agua de lluvia que cada año debería tener.

Mencionó que se trabaja en la creación de nuevas alternativas, como rehabilitación de pozos o mejoras en diversos embalses, pues aseguró que es necesario generar una dinámica nueva de abastecimiento. Por esa razón, se planean diversas acciones para asegurar el suministro en los meses que vienen de estiaje, a fin de que alcance el recurso para los habitantes.