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Itzcuintlan, el mágico lugar donde reinan los perritos que te ayudan a cruzar el río cuando mueres

Si tú eres bueno con los perritos, seguramente uno de ellos te esperará para que puedas comenzar tu camino por el inframundo cuando mueres
  • Por Redacción

Según la cultura prehispánica, el Mictlán es el lugar en donde tu alma va a descansar cuando mueres, pero antes de llegar a él, necesitas recorrer un largo camino que comenzaba con el Itzcuintlan, un lugar de perros, a donde supuestamente llegan todos los perritos después de dejar la tierra.

En este inmenso río, los lomitos ayudan a las almas a pasar al siguiente nivel. Si en algún momento los maltrataste en vida, entonces tu alma se quedará vagando en el río sin oportunidad de que alguno de estos animales te ayude para comenzar tu recorrido después de morir.

¿Te imaginas cómo es Itzcuintlan? ¿Si cierras los ojos, ves cómo es que esos perritos que te acompañaron en tu vida, ahora te dan la bienvenida a un nuevo mundo, a una nueva vida? Hoy te contaremos un poco sobre esta leyenda que radica directamente en el Itzcuintlan.

Mictlán es el inframundo de las culturas prehispánicas. Nuestros colegas de México Desconocido refieren que los pueblos indígenas tenían una particular manera de interpretar a la muerte, muchísimo tiempo antes de llegar los españoles a conquistarnos. El Mictlán, ese lugar mítico en el que habitan los muertos, tiene nueve niveles y el primero es el que hoy nos ocupa.

Se dice que al morir y después de cuatro años de superar obstáculos que miden la fortaleza de tu espíritu, llegas a las puertas del Mictlán. El viaje ahí comienza y dura nueve niveles. El primero es Itzcuintlan, lugar en el que habita el perro. La leyenda dice que ahí hay un río de aguas caudalosas llamado Chiconahuapan, el cual sólo puedes atravesar con ayuda de un xoloitzcuintle.

Si logras tener al xolo de tu lado, te ayudará a cruzar la agua del río y así evitar a Xochitonal, la iguana azul gigante que se encarga de las almas que se aventuraron a cruzar sin acompañante, es decir, si no tuvieron un perrito en vida.

Para los mayas y los aztecas, la figura del xolo era demasiado importante, pues este animal no fue sólo creado para acompañarte en la vida, sino para guiarte en la muerte. Su nombre viene de dos palabras aztecas: Xólotl, que significa "Dios del ocaso y de la muerte" e itzcuintli, que quiere decir "perro".

Es por eso que te piden que, si en algún momento de la vida tienes un perrito, es necesario que lo trates con el mayor amor del mundo, pues ellos serán los encargados de ayudarte a las puertas del Mictlán, para acompañarte en tu viaje por el río y superar el Itzcuintlan, para que llegues al segundo nivel en el inframundo.

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