Nacional

Iglesia Católica pide a industria minera garantizar seguridad y dignidad de obreros

Tras 11 días del incidente en la mina de carbón en Coahuila que dejó a 10 trabajadores atrapados, la Iglesia Católica exhortó a levantar la voz contra las condiciones en las que laboran los mineros mexicanos
  • Por Redacción

La Iglesia Católica hizo un llamado a la industria minera mexicana para mejorar las condiciones laborales de sus obreros y a "garantizar las medidas de seguridad y dignidad para que puedan desarrollar sus actividades”.

En su semanario Desde la fe, la Iglesia Católica invitó a levantar la voz contra las condiciones en las que laboran los mineros mexicanos, pues “nos hemos acostumbrado a no exigir el nombre ni la dignidad de aquellos hermanos que trabajan en las minas y en otros oficios a los que no solemos mirar”.

El pronunciamiento se dio luego de que, a lo largo de la semana, se debatieran las condiciones laborales bajo las cuales trabajaban los 10 mineros que permanecen atrapados en la mina "El Pinabete" ubicada en Sabinas, Coahuila, desde el pasado 3 de agosto.

Asimismo, destacó que los hallazgos de la última semana respecto a la mina "El Pinabete" han generado dudas sobre la seguridad de la mina, pues todo alrededor de la misma era “un gran depósito de agua que amenazaba con entrar a su área de trabajo en cualquier momento”.

Agregó que ésta era una situación que los propios mineros alertaron con anterioridad, de acuerdo con declaraciones de sus familiares.

La Iglesia comparó la situación de los mineros atrapados en la mina "El Pinabete" con la parábola bíblica de "El rico y Lázaro", donde el apóstol de nombre Lázaro “recoge las migajas frente a la puerta de un rico”.

Comenta que en esta parábola “no es el rico el que disfruta de un nombre y reconocimiento, sino el pobre, el abandonado, Lázaro, señalando con esto que es Dios mismo quien lo reconoce y lo coloca en el lugar de sus hijos. Hoy, otros Lázaros están muriendo también, ahora en el fondo de un pozo de carbón”.

“Como Iglesia, estamos llamados a seguir los pasos del Señor, que no dejó anónimo y olvidado a Lázaro en su muerte y buscó darle, aun en la radical impotencia de la muerte, la dignidad y el gozo que antes se le negó. Hoy también el sufrimiento de los mineros del carbón y de muchos a quienes no volteamos a ver también nos pide una respuesta”, concluye la Iglesia Católica.

CEHR

Comentarios