“Gobernaré para todos y todas; pondré mi vida al servicio del pueblo”
- Por Redacción
“Gobernaré para todos y para todas, y tengan la certeza de que pondré mi conocimiento, mi fuerza, mi historia y mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria”, ofreció Claudia Sheinbaum Pardo, al rendir ayer protesta ante el Congreso de la Unión como la primera mujer Presidenta de México, frente al que reivindicó que es tiempo de mujeres y defendió la reforma judicial como el proyecto que se concretará en el primer tramo de su Gobierno.
Numéricamente, se convirtió no sólo en la primera mujer en el máximo cargo público del país, sino en la mandataria número 66 de la República y la persona más votada en la historia reciente, al haber recibido 35.9 millones de votos el pasado 2 de junio.
Con el brazo y la palma extendida por encima del atril en la Cámara de Diputados, aseguró cumplir con la tarea fundamental al tomar la batuta: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidenta de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere, que la nación me lo demande”.
Agradeció la presencia de representantes de 105 países, con quienes posteriormente sostuvo un primer encuentro oficial dentro de Palacio Nacional. De manera particular, reconoció la presencia de la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, quien acudió en representación del Gobierno de aquel país.
En la primera parte de su mensaje, evocó el proceso de desafuero que enfrentó el expresidente Andrés Manuel López Obrador hace 19 años, cuando era Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, quien hoy, dijo, la historia lo ha juzgado y será recordado como el mejor Presidente de México, por haber iniciado la revolución pacífica de la Cuarta Transformación del país.
“Hoy lo decimos con certeza y sin temor a equivocarnos: la historia y el pueblo lo ha juzgado, Andrés Manuel López Obrador, uno de los grandes… Ha sido un honor luchar con usted. Hasta siempre, hermano, amigo, compañero, Andrés Manuel López Obrador… Usted nos ha pedido en varias ocasiones no develar bustos ni poner su nombre en calles, avenidas, barrios o colonias. La verdad que no hace falta; usted estará siempre en el corazón del pueblo de México”, exclamó, mientras alzaba la voz, que se perdía entre los eufóricos gritos de morenistas y ante los ojos de los dignatarios de otros países que en el palco del primer piso se miraban entre sí y aplaudían.
En medio de la fricción diplomática con España, país del que sí acudieron algunos legisladores, dijo a López Obrador que su retiro de la vida pública lo hace como un demócrata y un maderista que ahora emprenderá la lucha desde otra trinchera: la escritura, para sostener que la riqueza mexicana nació con las civilizaciones originarias antes de la llegada de los españoles.
Pidió a todos reflexionar y evaluar “con la cabeza fría” los resultados del sexenio obradorista, y que son reconocidos dentro y fuera del país.
Así, exhortó a responder cómo es que 9.5 millones de mexicanos salieron de la pobreza, de acuerdo con el Banco Mundial; cómo es que México es de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) menos endeudados y con una moneda fuerte; cómo es que hay un récord de inversión extranjera, aumentó el salario mínimo y no subió la inflación, lo cual atribuyó al cambio en la conducción de las políticas económicas y la visión de país, que continuarán.
“La respuesta es que cambió el modelo de desarrollo del país, del fracasado modelo neoliberal y el régimen de corrupción y privilegios, a uno que surgió de la fecunda historia de México, del amor al pueblo y de la honestidad; lo llamamos el humanismo mexicano. Y, aceptémoslo, a todas y a todos les ha ido mejor. Con este pensamiento y su puesta en marcha se cayeron muchos mitos y engaños del pasado. Por ello, para bien de México, de todas y todos, vamos a continuar con el humanismo mexicano”, enfatizó.
En el rubro económico, ratificó que se mantendrá la autonomía del Banco de México, se promoverá la inversión pública y privada, a razón de lo que aseguró a los inversionistas que su capital estará seguro en México.
Como parte del plan está el no aumentar el precio de combustibles en términos reales y reunirse en las próximas semanas con empresarios para llegar a un acuerdo con el que se fije que no aumentarán los precios de la canasta básica.
En cuanto a la relación comercial con Estados Unidos y Canadá, mencionó que no hay competencia, sino complementación mutua en la que se generan las condiciones para la consolidación de la economía continental con miras a que esto tenga alcances mundiales.
Lo mismo refirió respecto a los países de América Latina, con quienes afirmó que fortalecerá la relación económica y cultural.
En un decálogo, enunció los principios de la Cuarta Transformación y de su gobierno, que fueron coreados por los diputados y senadores de la 4T: Por el bien de todos, primero los pobres; no puede haber gobierno rico con pueblo pobre; con el pueblo todo, sin el pueblo nada, entre otros.
Así, sostuvo que entre sus planes está la transformación “sin duda” del Poder Judicial, la cual negó que represente autoritarismo y de la que aseguró que en unos años todos se sentirán convencidos.
“Piénsenlo sólo por un momento: si el objetivo hubiera sido que la Presidenta controlara la Suprema Corte, hubiéramos hecho una reforma al estilo Zedillo. No, eso es autoritarismo; nosotros somos demócratas… Estoy segura que, en unos años, todas y todos estaremos convencidos que esta reforma es lo mejor. Aprovecho para decirle a las y los trabajadores del Poder Judicial que sus derechos y salarios están totalmente salvaguardados”, dijo.
En ese momento, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña Hernández, que se encontraba en el presídium, miraba hacia la mesa; del lado izquierdo, en donde se encontraban el resto de los ministros del alto tribunal, éstos se miraban entre sí, excepto Loretta Ortiz, Lenia Batres y Yasmín Esquivel, que aplaudían.
Entre los compromisos manifestados por la Presidenta está la garantía a todas las libertades: la de expresión, de prensa, de reunión, de movilización, así como el respeto a los derechos humanos, la diversidad religiosa, política, cultural y sexual, además de no recurrir a la fuerza del Estado para reprimir.
“Cualquiera que diga que habrá autoritarismo está mintiendo. Nuestra política exterior seguirá los principios constitucionales de autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la solución pacífica de controversias”, mencionó.
Como lo hizo desde el arranque de campaña aquel 1 de marzo en el Zócalo de la Ciudad de México, destacó las tareas a las que se habrá de enfocar en diversas áreas, de entre las cuales destacó como la más “ambiciosa” la creación del programa de digitalización para facilitar el pago de impuestos y otros trámites que también favorezcan la inversión.
Sobre las políticas sociales, reiteró que se mantendrán la pensión universal para las y los adultos mayores, pensión universal a personas con discapacidad, becas Benito Juárez para estudiantes de preparatorias públicas, becas a estudiantes de escasos recursos, Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, producción y pesca para el bienestar, fertilizantes gratuitos, precios de garantía, La Escuela es Nuestra y La Clínica es Nuestra.
A éstos se sumarán los tres nuevos programas que ella presentó en campaña para que todas las mujeres de 60 a 64 años tengan un apoyo bimestral; para que estudiantes de nivel básico en planteles públicos tengan una beca, y el programa para que haya servicios de salud a domicilio en beneficio de adultos mayores.
Otros proyectos mencionados son la contratación de 20 mil médicos, la consolidación del IMSS-Bienestar, la construcción de al menos un millón de viviendas para jóvenes y conceder créditos a bajo costo.
El plan de reactivación ferroviaria tendrá continuidad con la ampliación del Tren Maya a Puerto Progreso, en Yucatán, se terminará la Línea K del Tren Interoceánico de Ciudad Ixtepec a Ciudad Hidalgo, en Chiapas. También compartió que se seguirá con el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Pemex.
En materia ambiental, adelantó que el proyecto más “ambicioso” tendrá lugar en Tula, Hidalgo, con la construcción de un complejo ambiental para aprovechar los residuos y tratamientos de aguas, generación de energías, productos reciclados para reducir la contaminación; asimismo, vendrá la tecnificación del riego.
Puso otro acento en seguridad, al sostener que disminuirán los delitos de alto impacto, sobre lo cual aseguró que “no regresará la irresponsable guerra contra el narco de (el expresidente Felipe) Calderón”.
Tras repasar sus compromisos de Gobierno y llamar a una reflexión sobre los logros del sexenio obradorista, convocó a la Cuarta Transformación a seguir por el mismo camino.
“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y, a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la Presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos… Les convoco a seguir haciendo historia. Que viva la Cuarta Transformación, que viva México, que viva México, que viva México”, concluyó.
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