- Por Redacción
Y resulta que Ulises Bravo, dirigente local de Morena en Morelos, tuvo que interrumpir el discurso que pretendía pronunciar ante la dirigencia nacional, encabezada por Luisa María Alcalde y Andrés López Beltrán, durante una asamblea informativa en Cuernavaca. Y es que al hermano del exgobernador Cuauhtémoc Blanco, nos platican, las bases morenistas le gritaban “¡fuera, fuera!”, y lo acusaban de “chapulín”, ante la mirada de molestia por parte de los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional guinda. “El objetivo no es generar discordia; entiendo que el proceso electoral pasado dejó algunas inconformidades, de las cuales no soy responsable, pero mi intención no es estar aquí para generar controversia y polémica, sino nada más para dar la bienvenida a los miembros de nuestro Comité Ejecutivo Nacional, así que no quiero salirme de ese contexto y me despido saludándolos y diciéndoles que hay Ulises Bravo para rato, y estoy a sus órdenes”, manifestó el hermano del exmandatario que dejó sumida a la entidad en una crisis de inseguridad y retroceso social. Morena deberá ahora definir si la dirigencia estatal es un activo o es lastre.
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