En carta desde prisión, GGL liga al Presidente con narco
- Por Redacción
En medio de la reforma judicial, y a 13 días de que Andrés Manuel López Obrador deje la Presidencia de la República, este martes reapareció Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública federal, acusó al Gobierno mexicano de tener supuestos vínculos con líderes del crimen organizado y de intentar “destruir el Poder Judicial” de México para beneficiar a criminales.
Por medio de una carta escrita con su puño y letra, desde la cárcel de Brooklyn, Nueva York, y difundida por sus abogados, encabezados por César de Castro, insistió en su inocencia, a unos días de conocer su sentencia el próximo 9 de octubre, ya que fue acusado “sin pruebas”, con dichos contradictorios o inventados por supuestos criminales, e información falsa.
Sostuvo que los mismos testigos que declararon en su contra también han revelado los vínculos del actual Gobierno de México con la delincuencia organizada.
Señaló “los contactos, videos, audios, fotografías, registro de comunicación y gestión entre el actual Presidente y sus operadores con los líderes del narcotráfico y sus familias, en particular con los narcotraficantes que fueron utilizados como testigos en mi contra durante el juicio, quienes inclusive durante el juicio imputan al Presidente López Obrador y a sus operadores de estar vinculados con ellos y el narcotráfico”.
Asimismo, descalificó las declaraciones de los criminales que atestiguaron como testigos en su juicio, al señalar que fueron detenidos, encarcelados y extraditados en el mismo periodo en el que fungió como secretario de Seguridad.
“No pudieron negar la legitimidad y existencia de las pruebas que acreditaban las falsas declaraciones de los testigos, y lo más sorprendente es que los fiscales fueron totalmente omisos en verificar o corroborar un solo dato o información aportada por el Gobierno de México y los testigos-criminales”, subrayó.
Expuso que, luego de ser arrestado por personal de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), le ofrecieron un acuerdo con la Fiscalía de Nueva York para declararse culpable por delitos relacionados con el narcotráfico a cambio de un breve periodo de seis meses en la cárcel, así como beneficios económicos.
Sin embargo, mencionó que no aceptó este acuerdo porque implicaba imputar personas e instituciones “para debilitar el desarrollo, así como la paz pública e institucional” de México. “Evidentemente no acepté y la reacción fue explosiva”.
Indicó que en los registros oficiales de México y EU hay pruebas de los vínculos de los operadores de Morena con grupos criminales. Añadió que la detención de Ismael El Mayo Zambada pone en evidencia al Gobierno de la República sobre sus vínculos con grupos del narcotráfico.
“Estos hechos son corroborados con la reciente captura del narcotraficante Ismael Zambada, la carta emitida por él, donde señala los vínculos del actual Gobierno con él y el narcotráfico; la posición del Gobierno de México ante la captura del capo y el desmantelamiento del Poder Judicial de México (jueces, magistrados, ministros, ministras, Corte), cuyos principales beneficiarios son los criminales, hechos ratificados con la pausa-suspensión de relaciones oficiales entre México y EU decretada por el Presidente de México debido a la postura de EU ante estos hechos”, aseguró.
García Luna afirmó que sus abogados apelaron la sentencia de culpabilidad y que está sujeta a la revisión de un tribunal colegiado de la Corte de ese país, toda vez que no se presentó ninguna prueba en su contra, sólo los testimonios de los testigos protegidos.
Al referirse a su estancia en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Brooklyn, refirió que lo mantienen en condiciones “infrahumanas” y ha recibido amenazas “sistemáticas a su integridad”.
“Fui segregado casi un año a las celdas de castigo sin haber violado alguna norma o falta al reglamento y sin tener un registro de mal comportamiento”, agregó.
Reveló que en dos ocasiones le asignaron compañeros de celda que lo grabaron por “más de dos mil horas” por órdenes de un fiscal, en las que trataron de involucrarlo en narcotráfico u otros delitos.
No obstante, el juez a cargo del caso rechazó los audios, por no contener lo que señalaba el fiscal. Asimismo, explicó que no se celebraron audiencias para analizarlos.
El pasado 7 de agosto, el juez instructor del caso, Brian Cogan, denegó la solicitud de García Luna para realizar un nuevo juicio, ante nuevas pruebas presuntamente exculpatorias recabadas por su defensa.
En un escrito de 16 páginas, el juez estimó que ninguno de los argumentos fueron “suficientes” para llevar a cabo un proceso nuevo. “Muchas de las nuevas pruebas consisten en hechos conocidos o accesibles para el acusado antes del juicio”, precisó en el documento.
A pesar de la negativa a un nuevo juicio, García Luna afirmó en su carta que agotará todos los recursos legales hasta lograr su libertad: “Mi honor está intacto, yo no he cometido ningún delito”.
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