¿El bolillo sirve ‘pal’ susto’? Esto explica la UNAM sobre comer pan para aliviar un espanto
- Por Redacción
Desde tiempos pasados, las mamás y las abuelas han recomendado comer “un bolillo pa’l susto” después de enfrentarse a una situación de miedo, tal y como ocurre cuando escuchamos la alerta sísmica. Y aunque suene inverosímil, la realidad es que esta teoría sí cuenta con fundamentos científicos, según refiere Xochiquetzal Ortiz Olvera, profesora de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Ortiz Olvera dice que el estrés agudo provoca un aumento en la producción de ácido estomacal, lo que lleva a la angustia estomacal, un dolor en el vientre comúnmente percibido como vacío. Esta situación puede causar náuseas y otros malestares. “En tales casos, ingerir un pan reduce esa acidez tan molesta, como bien sabían nuestros antepasados”, explica la académica.
Por ello, y por su cantidad de carbohidratos, este alimento inhibe la secreción de ácidos y nos ayuda a reponernos de un susto.
La universitaria recomienda que, tras un sobresalto, solo se ingieran tres bocados de pan, sin excederse, pues cada pieza tiene 180 kilocalorías, equivalentes al 10 por ciento de las calorías requeridas por un individuo sano.
Adicionalmente se sabe que el pan funciona, pero también la fruta, la fibra o algunos lácteos como yogur. En estos casos, también influye la flora bacteriana.
Así que quizá ese sea el secreto de por qué las recetas de las abuelas funcionaban tan bien para curarnos del susto, pues no solo nos daban un bolillo al vernos alterados, sino que después nos prodigaban atenciones, mimos y cariño, y eso marca una diferencia.
AM
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