Crece superficie arrasada, pero no recursos contra incendios forestales

Aunque la superficie arrasada por los incendios forestales en México es cada año mayor que el anterior, la misma tendencia no ha tenido los recursos destinados para la atención de este problema que, en lo que va del año, ya impactó más de 22 mil hectáreas y cobró la vida de cinco personas.

Desde el 2012, el país cuenta con el programa presupuestario E014 Protección Forestal, cuyo objetivo es proteger los ecosistemas de plagas y enfermedades, pero también contra los incendios “dañinos”.

A pesar de que el programa ha tenido un crecimiento en recursos durante esta administración, los niveles alcanzados se encuentran 14.6 por ciento por debajo de lo que se destinó en el último año del Gobierno pasado, cuando de por sí ya enfrentaba una caída hacia el final del mismo sexenio de Enrique Peña Nieto.

En el 2012, la Cámara de Diputados aprobó un presupuesto de dos mil 22 millones de pesos para dicho programa de protección forestal, pero terminó modificándose y ejerciendo mil 603 millones; es decir, sólo 79.3 por ciento, lo cual se ubicó como el mayor tijeretazo, seguido por el del 2013, ya con el Gobierno priista, cuyas erogaciones fueron 82 por ciento de lo avalado en origen.

Con una dinámica similar siguió presentándose el comportamiento de los recursos. Entre el 2016 y el 2017 hubo una caída drástica en la asignación presupuestal y, desde luego, en el ejercicio final que quedó reflejado en las cuentas públicas, al pasar de mil 923 millones a mil 661 millones.

Sin embargo, esta última cifra se encontró por arriba de lo aprobado, tendencia que se repitió en el 2018. Para aquel último año del sexenio, este programa recibió mil 651 millones 387 mil 43 pesos –siete millones 537 mil pesos más que lo aprobado para el año–, cifra que cayó a mil 214 millones 487 mil 127 pesos para el 2019.

Desde entonces, el presupuesto ejercido fue menor hasta el 2022, cuando comenzó a crecer ligeramente hasta llegar a una asignación de mil 488 millones 488 mil 417 pesos en este 2024, que sigue estando muy por debajo de los mil 651 millones del 2018.

A esto se suma que en este sexenio se han experimentado las mayores reducciones en el gasto original que se le aprueba año con año, pues únicamente en 2022 y 2023 reportó un “avance” superior al 90 por ciento respecto a lo aprobado; en los anteriores, 2019, 2020 y 2021, los registros fueron de 87.3, 78.3 (el más bajo) y 88.9 por ciento.

Este declive en los recursos impacta en la atención que se da a este problema. El programa se integra por seis componentes: prevención física para el manejo del fuego; capacidades técnicas, básicas y especializadas a combatientes para el manejo del fuego; y convenios para la incorporación de superficies a esquemas de protección forestal firmados.

En la prevención se programan trabajos según las áreas prioritarias, determinadas por mapas de análisis de riesgo, peligro y valor; además, se consideran las capacidades de las brigadas adscritas a la Comisión Nacional Forestal (Conafor), lo cual incluye también los medios como disponibilidad de vehículos, buen estado, herramienta, combustible para los automóviles, así como el acceso a los sitios.

Para enfrentar los incendios, este apartado también contempla la construcción y mantenimiento de brechas cortafuego y líneas negras, entre otras medidas que se abocan a la prevención cultural por medio de campañas.

Como otro recurso se encuentran los reportes de alerta temprana para el manejo del fuego, con lo que se proporciona geoinformación obtenida de datos satelitales para monitorear y advertir incendios, con lo cual se “contribuye a la toma de decisiones para conservar la biodiversidad y salvaguardar la vida humana”, explica el documento sobre la mecánica operativa de este programa presupuestario.

Dicho descenso presupuestal no es proporcional al daño que los incendios han generado sobre el territorio mexicano, pues 2023 concluyó con un millón 47 mil 493 hectáreas afectadas, la cifra más alta de la cual se tenga registro desde 1972, según Conafor.

No obstante, mientras la superficie afectada va en aumento, no es así con el número de incendios que ocurren, ya que de los 10 mil 406 registrados en el 2013, la cifra ha descendido a siete mil 611 en el 2023.