Crece depresión en México 33%; la padecen 20 de cada 100 personas
- Por Redacción
Hasta el 2023, en México 20 de cada 100 habitantes sufrió depresión “y la cifra podría ser mayor porque algunas personas jamás han sido diagnosticadas y viven años sin saber que tienen esta afección”, dijo Alfonso Fernández Medina, subdirector de Información de la Dirección General de Divulgación de Ciencia (DGDC) de la UNAM.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión (13 de enero), la cifra crea alarma, dijo, pues en el 2020, “de cada 100 mexicanos, 15 padecían depresión”. Es decir, que la incidencia de esta enfermedad se incrementó 33 por ciento en tres años.
La Secretaría de Salud (Ssa) detalló que la depresión constituye un problema importante de salud pública, pues ocupa el primer lugar de discapacidad para las mujeres y el noveno para los hombres, mientras que en el mundo, representa la cuarta causa en cuanto a la pérdida de años de vida saludables.
“Pese al impacto que tiene este trastorno, una gran proporción de personas no acude a tratamiento, retrasa mucho la búsqueda de ayuda, o bien, no recibe la asistencia adecuada”, refirió.
Para el especialista, entre los mexicanos las variables psicosociales que están asociadas con la depresión destacan, primero, ser mujer (más si se es jefa de familia), dedicarse exclusivamente a las labores del hogar y si se ha adquirido la responsabilidad de cuidar a algún enfermo.
Otros son tener un bajo nivel socioeconómico (por la mayor exposición a las vicisitudes de la pobreza); estar desempleado (sobre todo en los hombres); el aislamiento social; tener problemas legales; enfrentar experiencias de violencia; el consumir sustancias adictivas, y la migración.
“El 13 de enero se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, y el día lunes 15 será el catalogado como día más triste del año. Hay que estar atentos, porque la depresión es un trastorno que incide significativamente en las tasas de mortalidad a nivel mundial. Impacta a personas de todas las edades; sin embargo, son los adolescentes y adultos mayores los grupos más afectados”, subrayó.
Para el director del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA), José Antonio Alcocer, además de los factores sociales, esta época del año es particularmente difícil llevar para algunas personas, debido a que presentan los síntomas del trastorno afectivo estacional de patrón invernal o depresión invernal, que comienza a finales de otoño y principios de invierno y termina en primavera, por lo que es prioritario atender a las personas en riesgo.
Gerardo Mora Gutiérrez, profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM, señala que cada vez un mayor número de personas se sienten más insatisfechas, vacías y fuera de lugar en su propio entorno, propiciando sufrimiento psíquico y cansancio afectivo, que se manifiestan en trastornos de angustia, depresión y ansiedad.
“Estamos en una época con mayores problemas y, sobre todo, con una vivencia que la gente expresa como de no existencia; siente como si no tuviera un sitio, una identidad o razón para vivir. Todo eso genera problemáticas severas”, expuso.
Mora Gutiérrez comentó que cada vez es más común encontrar lo que en psicoanálisis se conoce como “familias deshabitadas”, en donde las personas están presentes físicamente, pero ausentes psíquica y psicológicamente; es ahí donde se identifica la primera herida o huella de malestar.
Otros dos componentes que definen la zozobra contemporánea están relacionados con la irritabilidad y el agotamiento mental, aunado a que están dejando de experimentar placer y se perciben poco motivadas con las actividades que realizan; existe una sensación de agotamiento emocional, explicó.
“Hay dos palabras que me llaman mucho la atención dentro del léxico psicopatológico: una es la anhedonia, donde se ubica a las personas que no experimentan placer, y el otro es la abulia, que tiene que ver con personas que no se motivan y se dedican a hacer prácticamente nada”, refirió.
En el 2023 se registraron aumentos de hasta 90 por ciento en atención por depresión clínica en 28 estados, en comparación con el 2022, siendo Colima la entidad más afectada.
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud (Ssa), la entidad tuvo un alza del 90.6 por ciento, al pasar de mil 297 pacientes en el 2022 a dos mil 473 en el 2023, es decir, que tuvo un incremento 5.4 veces mayor a la media nacional, de 16.6 por ciento en los periodos estudiados.
Según el reporte, este padecimiento afecta más a las mujeres, puesto que, en el acumulado del año pasado, 84.8 por ciento de los pacientes eran del sexo femenino.
Además, en los 28 estados que presentaron un alza se presentaron diez mil 710 intentos de suicidio, por envenenamiento con medicamentos, autoagresión física o saltar de lugares altos. Sin embargo, en este indicador no es posible determinar si hubo un aumento o baja, ya que la Ssa no hizo público el reporte del 2022.
Del boletín se desprende que el año pasado se registraron 153 mil 932 atenciones por depresión a nivel nacional, un incremento de 16.6 por ciento con relación al previo, cuando fueron 131 mil 929.
Al respecto, la maestra en terapia cognitiva-conductual, Iliana Márquez Téllez, dijo a La Razón que desde el confinamiento por la pandemia del Covid-19, los casos de depresión presentaron un gran incremento.
“Aumentó, por un lado, la depresión, pero también la ansiedad, antes eran como padecimientos separados, pero en realidad en muchos casos van juntos, sobre todo cuando tienen que ver con preocupaciones”, dijo.
Añadió que no es casualidad que en estados donde hay altos niveles de inseguridad, como Colima, aumente la depresión, pues vivir en un ambiente donde hay miedo a ser agredido es un factor que detona este padecimiento.
“Si tú estás en un ambiente en donde a lo mejor hay violencia y posibilidades, a lo mejor de perder la vida, es muy probable que tu pensamiento sea muy catastrófico respecto a tu futuro, a ti mismo, a tu seguridad, y eso puede llegar a impactar en tu salud mental”, añadió.
Márquez Téllez consideró que en México no se cuenta con una infraestructura adecuada para enfrentar este aumento en depresión clínica, además de que “como país no tenemos una buena cultura de la salud mental. Hay mucha gente que tiene depresión silenciosa y que pasa muchos años sintiendo nostalgia, sintiéndose sin ganas de hacer nada, con dificultades para concentrarse, que no pueden terminar una tarea, que son algunos de los síntomas de la depresión”.
Estas personas, dijo, viven con los síntomas porque no hay una cultura de la salud mental, o sea, nadie está informado ni se tienen programas que le ayudan a la gente a darse cuenta de que está deprimida.
Iliana Márquez apuntó que en muchas instituciones públicas sólo hay un psicólogo o dos, por lo que no se dan abasto para la demanda de personas que necesitan el servicio.
Además de Colima, los estados que presentaron los mayores incrementos porcentales en casos de depresión fueron Tabasco, con 75.8 por ciento (pasó de tres mil 81 en 2022 a cinco mil 417 2023); Durango, con 40.6 (de tres mil 545 a cuatro mil 986); Ciudad de México, 37.6 (de 17 mil 506 a 24 mil 99), y Aguascalientes, con 35.8 por ciento (de mil 292 a mil 755 casos).
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