Nacional

¿Cómo nace el Monte de Piedad y cuál fue el curioso primer artículo empeñado?

Trabajadores del Monte de Piedad se fueron a huelga tras no llegar a un acuerdo en las negociaciones de contratos
  • Por Redacción

Desde el primer minuto de este jueves 15 de febrero, las y los trabajadores del Monte de Piedad se fueron a huelga, luego de no llegar a un acuerdo entre el Sindicato de Empleados y Trabajadores de la empresa y el Patronato del Nacional Monte de Piedad, en sus contratos. Esta es la primera huelga en la historia de la institución, que llevaba casi tres siglos operando.

El conflicto radica en que los trabajadores quieren, a través de su sindicato, modificar el Contrato Colectivo de Trabajo, pues ya es imposible sostenerlo porque el empeño, como tal, ya no es tan redituable, tomando en cuenta los préstamos de los bancos, las facilidades que hay para obtenerlos sin tener que empeñar algo. Hoy te contaremos un poco sobre la historia del Nacional Monte de Piedad y cómo fue el primer trato para empeñar un artículo a cambio de dinero.

El objetivo del Monte de Piedad, es el de prestarte dinero a cambio de una prenda que dejas en garantía para que devuelvas ese préstamo, con sus respectivos intereses. Desde el año 1775, el Monte de Piedad se convirtió en una "tabla de salvación" para aquellos mexicanos que tenían algún apuro económico y que no sabían cómo salir de esa urgencia.

Nació bajo el auspicio del conde de Regla, Pedro Romero de Terreros, aunque este término de la "usura", nació desde el Siglo XV, cuando los frailes franciscanos usaban recursos de la iglesia para prestarlos a cambio de una prenda y sin intereses. El nombre hace referencia a las riquezas que acumulaban los gobiernos de la Península Itálica para las obras públicas, aunque en México se dedicaban a la asistencia pública.

Los frailes, tiempo después, impusieron un pequeño interés a los préstamos, el cual era utilizado para apoyar trabajos de caridad, cumpliendo así una función social importante. En nuestro país, el Monte de Piedad, según Romero de Terreros, tenía tres objetivos: ayudar a quien lo necesitara, funcionar a perpetuidad y que si había ganancias, se distribuyeran a obras de caridad.

La primera persona que solicitó el auxilio del Monte de Piedad, fue un hombre de la recién conformada Nueva España, de nombre Francisco Carabantes, quien dejó empeñado un "aderezo de diamantes", por el que tuvo un préstamo de 40 pesos en oro. Seis meses después, logró pagar la deuda y recuperar su aderezo, dejando hasta una propina de ocho reales por la ayuda recibida.

En ese entonces, lo que se empeñaba eran artículos que probablemente ahora no te acepten en ningún lado: catres, pelotas, libros, calzones. Las boletas, por ejemplo, informaban que algún objeto había sido empeñado por "el hijo de la güera", "el hijo del alcalde", "el vecino del monte".

Únete a nuestro canal de WhatsApp. En La Razón enviamos a tu celular lo más importante de México y el mundo, recuerda que una persona informada siempre tiene La Razón.

Comentarios