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Aumenta 417% llegada de afganos; se desplazan huyendo del Talibán

Migrante relata que ante la falta de libertades, comida y transporte se vio en la necesidad de partir de su país; arribo de indocumentados pasa de 275 en 2022 a 1,423 este año
  • Por Redacción

La situación económica, la falta de oportunidades, el control por parte del Talibán y las constantes restricciones a las libertades personales han obligado a habitantes de Afganistán a viajar 13 mil 552 kilómetros hasta México para buscar refugio y comenzar de nuevo.

Se trata de una comunidad de migrantes indocumentados cuya cantidad va en aumento, pues sólo de enero a agosto de este año se observó un repunte de 417 por ciento en la llegada de personas de ese país asiático a México, al pasar de 275 en el mismo periodo del 2022 a mil 423 en este año.

Treinta y cinco de estos extranjeros, quienes provienen de Paruán, Gazni, Vardak, Bamiyán y Panjshīr, accedieron a recibir a La Razón en el albergue en el que se encuentran. Con ayuda de traductor, uno de ellos narró la travesía desde el continente asiático, hace cuatro meses vía aérea, hasta el continente americano, con pocos recursos que ya se les terminaron por los asaltos que sufrieron a su llegada a Sudamérica.

Zahareño Nazary, de 25 años, es la única persona en el grupo que se atreve a hablar, debido a que la mayoría viene perseguida por el gobierno talibán, pues al huir de su país, en automático, se convirtieron en traidores.

“Hubo una guerra en nuestro país, vinieron los talibanes y ya no podíamos vivir ahí; por eso, muchas familias decidieron salir antes de seguir viviendo en la miseria. La situación es sumamente complicada y no hay libertad para nadie”, explicó.

Los migrantes afganos, entre quienes hay 10 niñas y niños, juntaron sus ahorros para tomar un vuelo desde Irán —país al que viajaron por tierra— con destino a Brasil, pues Zahareño Nazary asegura que en ese país sudamericano no les piden visa y es más fácil llegar.

Ya en el continente americano realizaron sus recorridos caminando, en autobuses y, como toda migración que viene de Sudamérica, atravesaron el Darién, con todos los peligros que implica esta zona selvática limítrofe entre Colombia y Panamá.

“Afganistán está muy mal, las mujeres no pueden trabajar, las niñas y niños no pueden ir a las escuelas a estudiar y los adultos no tienen oportunidades de trabajo; no hay comida, transporte, ni nada. Huimos a Irán, de ahí tomamos un vuelo a Brasil y nos la hemos pasado entre autobuses y caminando hasta acá”, explicó.

Mencionó que, pese a los riesgos, lo más difícil a lo que se enfrentaron (en el Darién) fue al robo de todo su dinero por parte de un grupo de criminales, situación por la que se complicó su viaje y tuvieron que realizar más recorridos a pie.

Contó que, al llegar a México, fue como una salvación para ellos, pues a pesar de que desean llegar a Estados Unidos, no les desagrada la idea de quedarse en el país. Zahareño Nazary dijo que México es atractivo, debido a que hay trabajo, oportunidades; sus hijos pueden estudiar y las mujeres, pasear libremente. “México es un país libre, tienen libertad de expresión y nos sentimos muy bien aquí. Es diferente estar en un lugar en donde no se escuchan alarmas de guerra todo el tiempo, no ves destrucción, no temes por la vida de tus hijos y puedes salir a donde quieras”, expresó.

Un problema que tienen en estos momentos quienes han llegado a México es la falta de dinero, pues ya no cuentan con recursos para seguir avanzando y desean llegar a la frontera norte para pedir asilo a Estados Unidos.

Otra crisis que enfrentan son las enfermedades respiratorias, debido a que los cambios de viaje afectaron su salud, pero esperan que en las siguientes semanas puedan reanudar su traslado para llegar a la frontera norte.

La directora del albergue Casa Fuente en la alcaldía Álvaro Obregón, Beatriz Fuentes, explicó a este diario que el Instituto Nacional de Migración (INM) dejó a los afganos en el lugar porque no había un sitio para tenerlos; sin embargo, comenzaron ya su trámite para que les concedan su visa humanitaria y puedan continuar su camino, ya con protección.

“Llegaron hace 15 días, vienen enfermos, incluso algunos con Covid-19; me los trajo Migración. Yo los acompañé para iniciar su proceso de visa humanitaria. Ahorita tengo 35 afganos y vienen niños, pero lo que más me preocupa es que están enfermos de vías respiratorias”, explicó.

De acuerdo con la activista, en el albergue tienen problemas de falta de insumos, sobre todo de medicamentos contra la gripe, tos y resfriado. Además, comentó que la situación puede ser aún peor, ya que les avisaron que traerán otro grupo. “Vienen de la selva, atraviesan bosques, andan en burros y caballos para llegar al país, pues su traslado es sumamente complicado”, dijo.

Beatriz Fuentes mencionó que desde hace un año ya no tienen capacidad de atención, pero han sacado de otras organizaciones apoyo para no dejar en la calle a cientos de personas, pues lo que también “les pega” mucho es el tema de pago de servicios, ya que son recursos en efectivo que se tienen que conseguir.

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