Arranca la batalla por el PAN, que con Marko se estancó
- Por Redacción
Tras una jornada electoral que ratificó que el PAN caminó cuesta abajo con la presidencia de Marko Cortés Mendoza, arrancó la contienda en su interior para renovar la dirigencia nacional, en la cual no sólo habrá debate sobre los perfiles de las y los aspirantes, sino también los planes que plantean para rescatar al partido.
En 2018 el PAN se consolidaba como segunda fuerza política gobernando en 11 entidades; sin embargo, después la reconfiguración del mapa político tras las elecciones del 2 de junio, el blanquiazul se quedará sólo con cuatro: Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato y Querétaro.
También en la votación para la elección presidencial el partido sufrió un retroceso, al pasar de nueve millones 996 mil 514 (17.6 por ciento de los sufragios en 2018) a nueve millones 644 mil 483 votos (16 por ciento del total).
Para la exdiputada federal, Adriana Ávila, quien en su momento buscó encabezar la dirigencia, es de vital importancia que primero se replantee “qué tipo de partido se quiere, ante los resultados, no puede seguir por el mismo camino, lo cual tampoco significa que deba renunciar a su ideología”.
Por ello, demandó que antes de emitir la convocatoria se llame a una asamblea nacional para revisar los resultados en cada estado, sobre todo donde perdieron (Yucatán) o donde, a pesar de ganar, el número de votos va en declive (Guanajuato).
Aseveró que la selección de candidatos cayó en el “dedazo” para los amigos, en lugar de hacer trabajo en calle para ganar preferencias entre el electorado y que “no existe la unidad” entre líderes y militancia.
Tras pronunciarse en contra de la “afiliación selectiva” en el panismo, recalcó que se deben abrir las puertas a la sociedad, sin que esto signifique dejar atrás la ideología del partido y los principios que éste defiende, como el derecho a la vida, pues asegura que sus posturas no fueron la causa de los resultados en esta elección.
Como lo hizo hace algunos años, Dávila Fernández alzó nuevamente la mano para buscar la dirigencia del partido, pero sólo “si el piso está parejo”.
En el Congreso el PAN también registra negativos, pues en la Cámara de Diputados tendrá una caída de entre 31 y 47 espacios respecto a la Legislatura que comenzó en 2021, cuando 111 curules, mientras que en la actual serán entre 64 y 80.
Para la vicecoordinadora de los senadores albiazules, Kenia López Rabadán, el PAN está obligado a analizar su evolución de identificar lo que debe corregir, para así, ofrecer al electorado “certezas”.
Aunque con reserva, la legisladora valora si contendrá por la dirigencia, decisión que tomará tras estudiar qué ha pasado con el partido en los últimos años y las circunstancias que ha atravesado.
López Rabadán también aseguró que el PAN sí debe seguir en alianza es un punto importante para definir en qué espacios debe continuar, como en el legislativo, para anclarse como un bloque de contrapeso contra la mayoría que tendrán Morena y sus aliados. Y sí, apuesta porque el partido se abra a la ciudadanía para que ésta se sienta representada.
“Hay que hacer un análisis objetivo más allá de la pasión, (saber) qué pasó en estas últimas elecciones… Los ciudadanos necesitan tener cabida en los partidos políticos. Creo que en tanto más ciudadanos haya en el PAN, tendremos más posibilidades de representar a los mexicanos en las urnas. Tendrá que ser una discusión en la Asamblea Nacional, donde los panistas reflexionen sobre la importancia que tiene que más ciudadanos entren al partido, tomen decisiones y que encuentren en el pan el partido que requiere para hacer valer su voz”, dijo a La Razón.
A su vez, Jorge Romero, coordinador de diputados federales del blanquiazul, aseguró a este medio que el partido “se levantará y reflexionará tras resultados de elecciones” y reiteró que “definitivamente sí aspiro a la dirigencia del partido. Tenemos que entender que el PAN tiene que construir una agenda social, que sí contacte con un México profundo y tenemos que entender que, como PAN, no hemos sabido acceder a los ciudadanos”.
Mientras que en entrevista radiofónica, el senador Damián Zepeda exhortó a “aceptar el mensaje ciudadano”, pues refirió que los resultados de esta elección fueron responsabilidad más allá de la “intervención” que vio del gobierno.
“Cuando se dan los resultados tenemos que decir: ’Bueno, muy bien, a ver acepto mi parte de responsabilidad, hay un porcentaje de responsabilidad del Gobierno que tuvo una intervención, que estuvo amenazando con los programas sociales, con los servidores de la nación’”, dijo.
Dijo que sí está interesado en dirigir al PAN, aunque no es su principal objetivo; pues lo que ahora le mueve “es que el partido azul se reordene; sí tengo interés, pero no es mi tema principal, para mí lo principal es que el PAN cambie, porque si no, lo veo rumbo a la destrucción”.
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