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Activa Sedena 8 mil soldados para auxiliar a la población tras huracán

Despliegan en Tulum cocina comunitaria equipada para preparar tres mil raciones calientes; habitantes se forman dos horas para recibir el apoyo; ciudadanos retoman sus labores cotidianas
  • Por Redacción

Con motivo del ingreso a tierra del huracán Beryl, el Centro Coordinador de Operaciones DN-III-E y GN-A contra huracanes Península de Yucatán activó a 8 mil 601 efectivos del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional para auxiliar a las personas del estado de Quintana Roo que resultaron afectadas.

El personal desplegado evaluó los daños ocasionados y apoya en la remoción de árboles caídos, postes y techumbres para despejar las vías de comunicación, patrullajes de vigilancia y evacuación de personas.

Para proporcionar alimentos y agua a la población, la unidad cuenta con una cocina comunitaria con su respectiva tortilladora, con capacidad para preparar tres mil raciones calientes diarias y tres plantas purificadoras del vital líquido en Tulum, Quintana Roo.

Las mujeres y hombres del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional continuarán trabajando en estrecha coordinación con las autoridades locales para asegurar la protección y el bienestar de las personas.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) comenzó a las 14:00 horas el reparto de comidas calientes a habitantes del municipio de Tulum que resultaron afectados por el paso del huracán Beryl.

El alimento constó de sopa de arroz, atún, frijoles y agua horchata para dos mil 500 personas; y se prevé que el comedor opere hasta el fin de semana, mientras pasa la emergencia.

Los ciudadanos esperaron por más de dos horas la instalación del comedor, pues en muchas zonas aún no se había normalizado el servicio de las tiendas y demás comercios que venden insumos.

Incluso por momentos hubo conflicto entre las mismas personas, porque se metieron en las filas y no respetaron el orden logrado minutos antes; sin embargo, no pasó a mayores y todas las personas recibieron sus alimentos.

“Nos dieron frijolitos y me siento muy bien”, dijo la señora Lucil, luego de recibir sus alimentos.

“Nosotros estábamos haciendo fila, pero nos la robaron. Nos dieron agua de horchata y atún, estamos bien”, dijo otra ciudadana.

Las autoridades de Quintana Roo informaron por la tarde que la situación en la entidad ya estaba normalizada y el transporte público regresó a operar, ya que no había afectaciones mayores.

La Razón preguntó en la estación de autobuses ADO y los responsables dijeron que las corridas se iban a normalizar al paso de las horas, pero que este sábado el servicio estaría trabajando regularmente.

Luego del impacto del huracán Beryl, ciudadanos, turistas y comerciantes comienzan a rehacer sus labores cotidianas, como si un huracán no hubiera pasado por Quintana Roo.

Restaurantes, tiendas, panaderías farmacias, hoteles y cantinas, comenzaron a quitar las cintas que colocaron en sus ventanas para protegerla de los fuertes vientos; otros más iniciaron el retiro de las maderas que sirvieron como barricada ante la lluvia y los ventarrones, mientras que los turistas comenzaron nuevamente a llenar los sitios ya abiertos.

El único problema que existió en las horas siguientes fue la falta de luz, que perjudicó a cientos de personas en el municipio de Tulum, debido a que no pueden retirar dinero de sus tarjetas o pagar en los lugares ya abiertos.

Esto obligó a que, en las primeras horas tras declararse la vuelta a la normalidad, todo se hiciera de manera manual; pues con pluma y cuaderno se fueron apuntando las ventas del día y con la promesa que después regresen por sus tickets. Por esa razón, muchos turistas decidieron abandonar la zona, pues no tenían manera de comprar o pagar algo.

Los hoteles que reabrieron dijeron a los clientes: “sí tengo habitaciones, pero no hay luz, ni Internet, por eso lo dejamos más barato. Estamos esperando nos llegue hoy mismo”, dijo una recepcionista del hotel Kukulcán.

Algunos otros negocios, como las cantinas prefirieron traer una planta de luz, para aprovechar y no perder clientela; incluso, tras dar la orden el gobierno de haber terminado la Ley Seca, de inmediato la gente fue a comprar.

Por la tarde, luego de 18 horas de interrupción, se normalizó el servicio de luz en el municipio de Tulum, Quintana Roo, lo que fue celebrado por los habitantes del lugar.

Las autoridades de Texas instaron a la población a estar prevenida ante el avance de la tormenta tropical Beryl, que tras su paso por la península de Yucatán, se prevé que este fin de semana se intensifique antes de tocar tierra nuevamente como huracán en la costa sur de esa entidad de Estados Unidos entre la noche del domingo y la madrugada del lunes.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC) emitió la primera alerta de huracán para Texas, desde la desembocadura del Río Grande hasta Sargent, al norte.

Algunos condados emitieron el mismo viernes mensajes de evacuación voluntaria en las zonas bajas. A lo largo de la costa, en Corpus Christi, las autoridades municipales anunciaron que habían distribuido 10 mil sacos de arena en menos de dos horas, agotando su suministro.

“Esta es una tormenta decidida que sigue siendo fuerte”, dijo el vicegobernador de Texas, Dan Patrick, quien emitió una declaración preventiva de desastre para 39 condados, lo que permite a las autoridades estatales y locales comenzar a planificar la respuesta.

Nim Kidd, jefe de operaciones de emergencia del estado, dijo que las compañías petroleras han comenzado a trasladar a los empleados fuera de las plataformas que puedan estar en el camino de la tormenta.

Beryl dejó un rastro de destrucción y al menos a 11 personas muertas en el Caribe como huracán categoría 5 antes de llegar a México con categoría 2 y debilitarse. En Jamaica y otras islas caribeñas seguían lidiando con los efectos del fenómeno. La mañana del viernes, el 55 por ciento de la isla seguía sin electricidad y la mayor parte del país carecía de agua corriente, según cifras oficiales.

El primer ministro, Andrew Holness, prometió acciones rápidas para los damnificados tras visitar el jueves por la tarde una de las zonas más afectadas, la parroquia meridional de Santa Isabel.

Además de Jamaica, Beryl destrozó barcos en Barbados y dañó o destruyó el 95 por ciento de las viviendas en dos islas en San Vicente y las Granadinas.

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