Van por ofrendas caseras, a pesar del alza en los costos
- Por Redacción
Pese a los precios elevados por la inflación y la crisis postpandemia, cientos de capitalinos abarrotan los mercados públicos de la Ciudad de México en busca de los artículos para sus ofrendas y disfraces por el Día de Muertos.
En un recorrido por el mercado de Sonora, en la alcaldía Venustiano Carranza, se pudo observar a diversos negocios con calaveras de azúcar, papel picado de colores, artesanías de papel maché y otras decoraciones con motivo de la celebración.
En los pasillos de venta de disfraces, máscaras y maquillaje es en donde se producen las mayores aglomeraciones de padres de familia que van “buscando precio” para comprar el atuendo con el que sus hijos saldrán a pedir calaverita.
Esther García, una ciudadana que acudió a hacer sus compras, comentó a La Razón que pese a que nota un aumento en los costos de los elementos de la ofrenda, “no se puede evitar” este gasto, porque la celebración del 1 y 2 de noviembre es una tradición muy arraigada en su familia, como lo es para miles de familias capitalinas.
“Para mi familia siempre fue muy importante. Significa recordar a los que ya no están y al mismo tiempo, es esto de mantener viva esa tradición que a mí me la enseñaron desde mi abuela y yo a mis hijas (...) por eso no es un gasto que se pueda evitar; compraré menos o no lo que me gustaría, pero voy a ponerla”, comentó.
El aumento de precios es evidente. Artículos como el papel picado tuvieron un incremento del 100 por ciento en un año, al pasar de 12 pesos por seis piezas en 2021 a un promedio de 24 pesos por la misma cantidad para este 2022.
En el caso de las calaveritas de azúcar, el costo se elevó en promedio un 25 por ciento, ya que hace un año adquirir cuatro piezas pequeñas costaba 48 pesos, cantidad que ahora subió a 60.
Los disfraces aumentaron en al menos 30 por ciento, ya que un vestuario que el año pasado costaba 200 pesos ahora está en cerca de 300.
El alza lo resienten los vendedores principalmente en la menor cantidad de artículos que se llevan los capitalinos, pero no por eso consideran que la venta sea menor, pues este año “ya se ve más gente con ganas de comprar”.
Las aglomeraciones también se presentan en las calles aledañas al mercado, en la zona de la Merced, las cuales lucen llenas de puestos de flores, catrinas y esqueletos de papel maché, entre otros artículos.
“En los últimos años sí nos fue muy mal, ahora hay más gente porque ya se normalizó todo; pero sí es cierto que la gente se lleva poco, o se llevan solamente a necesario”, comentó un vendedor, en medio de decenas de calaveritas de azúcar de distintos tamaños, decorados y precios.
Yuli Hernández, otra capitalina que hacía sus compras, explicó que este año deberá recorrer varios locales antes de llevarse algo, para “comparar precios” y ver cuál será la mejor opción.
Pero los precios elevados no son impedimento para que miles de ciudadanos abarroten éste y otros mercados, algunos acompañados de sus pequeños.
Los pasillos del Mercado de Jamaica lucen saturados por la gente que acude por flores, principalmente cempasúchil y flor de terciopelo, las dos típicas de esta temporada que inundan de anaranjado y rojo este centro de abasto.
En los pasillos, decenas de comerciantes acomodan los ramos de flores para ponerlos a la vista de las multitudes.
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