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Sujeto agrede a hijos de su pareja con puños, tablas y hasta dardos

Policías detienen al individuo por presuntamente golpear a una niña y a un niño; denunciantes acusan falta de transparencia en el proceso en contra de los presuntos violentadores
  • Por Redacción

Vecinos de la alcaldía Tláhuac exigen justicia para una niña de ocho años y su hermano de 10 años, quienes eran víctimas del abuso de la pareja de su madre, pues presuntamente los agredíacon tablas y hasta dardos.

De acuerdo con colonos del barrio donde ocurrieron los hechos, el pasado 23 de abril, cerca de las 23:00 horas, el supuesto agresor golpeaba a los dos menores de edad, por lo que dieron aviso a las autoridades capitalinas.

Una vecina que presenció los hechos, y quien pidió el anonimato, contó a La Razón que una vez que llegaron los elementos de seguridad a la vecindad, la madre dijo que ella era la culpable. Los dos sujetos fueron detenidos.

“Busqué a los demás vecinos para ver cómo podíamos intervenir. Fuimos a buscar un botón de pánico y lo peor es que de los cercanos ninguno servía, llamamos al 911, pero nos pidieron datos del sujeto”, mencionó la mujer.

Los vecinos siguieron buscando más botones de pánico hasta que dieron con uno que servía y pidieron que acudieran al domicilio junto con una ambulancia. La respuesta de la Secretaría de Seguridad Ciudadana fue rápida, lo que, dijo la mujer, permitió que alrededor de ocho policías presenciaran cómo el individuo agredía a los menores de edad.

El pasado 30 de abril este diario informó que la violencia familiar en la Ciudad de México incrementó 45.7 por ciento, pues en 2019 la Fiscalía local registró 25 mil 774 casos y en 2023 la cifra fue de 27 mil 765.

De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), en 2021 la Secretaría de Salud atendió en 2018 a 520 menores de edad por violencia familiar. En 2019 registró 611 casos y en 2022 la cifra se mantuvo.

La Redim especificó que 412 víctimas de violencia familiar en 2022 fueron de 12 a 17 años; 111 de 6 a 11 y 88 de uno a cinco años.

La vecina de Tláhuac relató que después de la detención de la madre y su pareja los inquilinos de la vecindad entraron al cuarto de éstos y encontraron palos, papeles, dardos, ropa con sangre, listones, así como cables con los que, al parecer, amarraban a los hermanos. También hallaron notas en las que el sujeto amenazaba a los niños con golpearlos.

“Ponerme a estudiar y no jugar, porque por cada error son tres putazos”, “no sacar de quicio al (...) ni retar”, decían las hojas de papel escritas presuntamente por los niños. En el lugar los colonos hallaron una carta de la madre para su pareja en la que escribe que no le gusta que le pegue y le pide disculpas por su comportamiento.

En el cuarto, dijo la vecina, estaban las identificaciones de los detenidos, así como una placa de bombero del sujeto.

Los policías sacaron a la niña en brazos para llevarla a una ambulancia y trasladarla a un hospital, mientras que su hermano, quien tenía heridas en el cuerpo, fue llevado a instalaciones de la Fiscalía para canalizarlo al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia en lo que avanza el proceso legal.

Una de las vecinas denunció los hechos ante el Ministerio Público, pero dos días después, contó, Policías de Investigación acudieron al domicilio para notificar que los acusados podrían quedar libres si más personas no los denunciaban.

“Nos dijeron que necesitaban más testigos para que vuelvan a hacer su declaración, porque no había argumentos suficientes. Les dije que no entendía, que qué más pruebas querían si las mismas autoridades fueron testigos de las agresiones”, reclamó.

Ese día cuatro vecinos más denunciaron los hechos y supieron que el hombre sería trasladado al Reclusorio Preventivo Sur, mientras que a la sospechosa la llevarían a Santa Martha Acatitla; sin embargo, los denunciantes reclaman que no hay suficiente transparencia en el proceso.

“A mí no me quisieron dar copia de la denuncia, les dije que si me iban a mandar llamar para seguir el proceso, pero me dijeron que no, pero que en dado caso tenían mi número. Me pareció injusto, porque yo soy la denunciante”, expuso la mujer.

Los vecinos están preocupados, porque no tienen conocimiento del estado de los menores, pues al no ser familiares directos no les informaron si están siendo atendidos física y psicológicamente.

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