Mercados, saturados por la cena del Grito
- Por Redacción
La señora Conchita acostumbra juntarse para cenar con toda su familia cada 15 de septiembre. Sus nietos se encargan de los adornos y la música, mientras sus hijos y ella preparan los alimentos.
Conchita acudió a surtirse este jueves al mercado de San Juan, ubicado en la alcaldía Iztapalapa, que desde temprano lució saturado. “Somos familia grande, entonces voy a hacer diez kilos de pozole, que me van a rendir, esperemos que para 50 o 60 personas; ahorita ya me gasté aproximadamente dos mil pesos, pero aún faltan cosas”, compartió.
Conchita dijo que este viernes regresaría para completar sus compras, ya que los precios aumentaron y gastó más de lo que esperaba: “Todavía tengo que comprar las tostadas, la crema y el queso”, dijo.
Karime acudió al mismo lugar para comprar lo necesario, ya que decidió preparar tinga para la cena que compartirá con compañeros de trabajo. “Somos aproximadamente 30 personas y pienso preparar tres kilos”, mencionó.
Entre tumultos, Karime encontró la carne a 170 pesos el kilo, y compró dos. Por un kilo de cebolla pagó 25, más dos latas de chile chipotle medianas que adquirió en 30 cada una, sumó un gasto total de 425 pesos.
Expresó: “No pensaba gastarme poquito, pero tampoco pensaba que tanto, todavía voy a comprar los frijoles, las tostadas y lo que necesite para el platillo”.
Las aglomeraciones también fueron visibles en otros mercados grandes, como La Merced, Jamaica y la Central de Abasto, en donde se podía conseguir todo lo necesario para la noche mexicana.
En torno al Mercado de Jamaica, ubicado sobre las avenidas Congreso de la Unión y Morelos, se generó tráfico vehicular, ya que se hicieron grandes filas por las decenas de automovilistas que intentaban entrar al estacionamiento. Muchos optaron por aparcar en doble fila, lo que empeoró la situación.
Tanto en dicho centro de abasto como en La Merced, las carnicerías estaban atiborradas de gente a la que le urgía comprar lo necesario para comenzar a preparar todo para la noche mexicana. Entre diableros y huacales con verdura, la gente transitaba buscando un espacio por dónde pasar con sus grandes bolsas.
Por otro lado, este año no fue tan bueno para los dueños de los puestos móviles de banderas, bigotes, collares o artículos alusivos a las fiestas patrias en la zona centro.
Marco lleva 15 años vendiendo mercancía alusiva al Día de la Independencia sobre la Alameda Central.
El joven, quien trabaja desde las 8:00 y hasta las 22:00 horas, afirmó: “En otros años le sacaba tres mil pesos diarios; ahorita 800, con trabajos mil, próximamente esto se va acabar, ya la gente no se anima ni a adornar sus casas”.
Estos puestos se centran en las calles aledañas al Zócalo, como Venustiano Carranza, Pino Suárez, 16 de Septiembre y 5 de Mayo, así como en Reforma, Bellas Artes y Revolución, entre otros puntos. Pero a pesar de que en cada calle hay al menos tres puestos, a la gente no parece llamarles mucho la atención.
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