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Así fue el mensaje que dio Clara Brugada en el Teatro Metropolitan, tras rendir protesta como jefa de gobierno

La jefa de gobierno, Clara Brugada Molina emitió un mensaje, en el cual habló sobre su administración en los siguientes seis años
  • Por Redacción

Clara Brugada Molina, jefa de gobierno de la Ciudad de México, rindió protesta este sábado 5 de octubre, posteriormente se dirigió al Teatro Metropolitan, donde emitió un mensaje y enfatizó que su gestión será para servir al pueblo.

Buenas tardes a todas y todos.

Este es el gabinete de gobierno que estará para servir al pueblo. Muchas gracias a todas y todos ustedes por acompañarme en mi primer día como jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Hoy es un día de fiesta porque estamos dando continuidad al triunfo del pueblo. Esta celebración confirma la voluntad de la gente, que expresó su legítimo deseo para que la gran Ciudad de México siga siendo la ciudad democrática, justa y feliz por la que hemos luchado.

Hoy festejamos la victoria del pueblo. La ciudad relata una historia nueva en cada personaje que la habita. La ciudad es de quien alimenta los sueños. Es de quien heroicamente combate el fuego, salva vidas y socorre a la comunidad.

Es del que hace magia en el crucero con arillos, bolos o monociclo. La ciudad es de quienes ayudan a mantener limpia la ciudad. Es de quien lleva a bordo del Metro o de algún microbús las miles de historias que se relatarán en el futuro.

Es de quien recorre plazas, bares y restaurantes llevando la música mexicana como festejo, como recuerdo o como anhelo.

Es de quien toca una melodía en la Alameda con el organillo. La ciudad es de los danzantes que conectan con nuestro pasado ancestral. Es de las y los estudiantes que anhelan por vivir el futuro. La ciudad es de los adultos mayores que son historia viva de la memoria del pasado y del presente.

Es de las mujeres que desafían estereotipos cumpliendo su anhelo de ser lo que ellas quieran ser. La ciudad es de los niños y niñas que serán el relevo generacional de nuestras luchas.

La ciudad la hacen las personas que se levantan día con día, de quienes hacen que la ciudad gire y tenga vida. La ciudad es un mosaico de realidades.

No hay ciudad posible sin hombres y mujeres que luchan diariamente por hacer de este lugar, la capital de la transformación. Mucho tiempo ha pasado desde que iniciamos la lucha por la democracia de la Ciudad de México.

La ciudad agonizaba entre la corrupción, la inseguridad, la ausencia de derechos, el abandono y la desigualdad. Se toleraba el clasismo y el racismo, se exaltaba el mito del esfuerzo individual como el único camino para la prosperidad. Y la felicidad era solo privilegio de unos cuantos.

Durante ese momento llegó una esperanza, una posibilidad de hacer realidad las luchas del pueblo.

Ese anhelo que se sembró hace años tiene un nombre: Andrés Manuel López Obrador. Su nombre, su convicción y su profundo amor al pueblo fue el inicio de la revolución de las conciencias. Significó el comienzo de la Cuarta Transformación.

La ciudad respaldó ese sueño y dando su voto popular, Andrés Manuel dirigió la Ciudad de México y cuando rindió protesta como jefe de Gobierno, en su primer discurso dijo: “vamos a construir entre todos la esperanza para darle a cada niño, a cada joven, a cada anciano, a cada mujer y a cada hombre, nuevas, importantes y poderosas razones para vivir para soñar y para triunfar en esta ciudad generosa y fraterna.”

Hoy, estando aquí, estamos seguros que aquí nació la esperanza, que cuando se ama al pueblo cualquier batalla vale la pena. Que las y los habitantes del país y de la ciudad han recuperado el orgullo y la dignidad de ser mexicanos.

Estos días han sido días de nostalgia y alegría a la vez, hoy despedimos desde esta ciudad a Andrés Manuel López Obrador, a quien reconocemos como el mejor presidente, el que nos dio clases de lucha y dignidad todos los días.

Lo que nos deja el presidente no son solo las grandes obras, su legado es la lucha, la resistencia, es el Humanismo Mexicano y gracias a ello, hoy logramos tener a nuestra próxima presidenta y logramos también que una mujer que viene de una de las colonias más pobres sea su jefa de gobierno.

Tenemos la convicción inagotable de buscar que cada habitante encuentre grandes y potentes razones para ser feliz, para vivir en libertad, para que los anhelos de justicia y democracia se hagan realidad. Esto es por lo peleamos. Y por ello, seguiremos trabajando arduamente para profundizar el cambio y la transformación de la ciudad.

Para nosotros, la transformación significa luchar en contra de la corrupción, el racismo, el machismo y el clasismo.

Por mucho tiempo, se nos hizo creer que la corrupción era inherente a la política, que todos los políticos robaban y que había que elegir al que robaba menos.

Sin embargo, hoy hemos demostrado que eso no es así. Un gobernante verdaderamente democrático vive en la justa medianía; quien ama al pueblo no tiene tiempo, ni ánimo de estar buscando riquezas para sí mismo.

Un gobernante verdaderamente democrático sabe que lo único que realmente es valioso es no fallarle a la gente, es cumplir con la palabra, es transformar la realidad a favor del pueblo.

La lucha por la democracia no es para quienes están buscando un pasatiempo. Luchar por la democracia es una tarea de todos los días, es una vocación y requiere entrega.

Gobernar no sólo es ganar una elección, es dar el cuerpo y el alma para el bienestar de las personas. Es conocer en carne propia las demandas y necesidades de la gente y buscar soluciones que transformen.

Le quiero pedir a quienes están aquí que nos acompañen en la transformación de la ciudad. Hay que llevar un mensaje: la vieja política de la corrupción está muerta, murió el 2 de junio y ya no se va a recuperar.

Quienes le robaron al pueblo de México, nunca más van a regresar. Están moralmente derrotados y también electoralmente derrotados. Nuestro expresidente Andrés Manuel López Obrador y nuestra presidenta Claudia Sheinbaum Pardo demostraron que sí es posible hacer un gobierno honesto, de vanguardia y cercano a las personas.

Hoy recibo una ciudad transformada, que ha tenido grandes cambios, está a la vanguardia en reducir los índices de la inseguridad, en innovar en movilidad, en mejorar al medio ambiente, y que ha impulsado una gran red de protección social.

Nuestra responsabilidad es seguir mejorando, transformando esta ciudad. Desde aquí quiero agradecer a la Dra. Claudia Sheinbaum el trabajo y la transformación a la ciudad y también agradecer al Doctor Martí Batres, quien me entrega este gobierno y que en poco tiempo logró distinguirse por hacer un gobierno social y a la vanguardia.

Soy una mujer de convicción feminista, vengo de la lucha comunitaria, creo en el poder del pueblo y en los movimientos sociales. Me he propuesto la misión histórica de transformar la realidad de las zonas más empobrecidas de la ciudad.

Vengo con el corazón ardiendo y latiendo por la democratización de la ciudad, por hacer justicia y hacer realidad el derecho a la ciudad.

Vengo desde abajo, vivo en una colonia popular, que es una de las más pobres de la ciudad, tengo experiencia legislativa y he gobernado la cuarta parte de la ciudad, la más compleja, la de mayores rezagos y la he transformado haciendo realidad las utopías y los sueños de cambio.

Conozco las necesidades de los que viven en Polanco y conozco las condiciones de quienes viven en Milpa Alta o Xochimilco y vamos a gobernar para todas y para todos.

Tengo la gran responsabilidad de construir el segundo piso de la transformación, y esto significa hacer rendir cada peso como si fueran dos y vamos a trabajar como si el día tuviera el doble de horas.

Desde hoy como jefa de Gobierno no descansaré para hacer de esta la ciudad la capital de la transformación, y para lograrlo comenzaremos con las siguientes acciones:

Las primeras 16 UTOPÍAS se realizarán en:

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