Tratado de invisibilidad: ¿Vale la pena ver el documental sobre las personas que limpian la CDMX?
- Por Redacción
La mirada clavada en las manos sosteniendo y accionando instrumentos de limpieza durante los recorridos de pasillos, calles y avenidas, es la punzada de familiaridad que en “Tratado de invisibilidad” guia la atención del espectador sobre figuras de inicio distorsionadas por los contraluces o en el reflejo sobre espejos y ventanas, hasta que eventualmente emergen junto al rumor del amanecer para adquirir rostro y revelarnos historias de humanidad tras el servicio de limpieza que ante la impasible cotidianidad invisibiliza a quienes lo llevan a acabo.
Hay un marcado afán de estilización documental que suaviza las incisiones a la realidad y se vale del blanco y negro para vestirse con una leve evocación, pero que también se subyugan ante la genuina simpatía de mujeres que de inmediato adquieren rostro mientras dan testimonio de curiosas anécdotas con respecto a su trabajo en lugares como la Cineteca Nacional, el Aeropuerto, el Sistema de Transporte Metro y otros espacios públicos, que de a poco revelan las carencias que enfrentan y la sencillez de sus aspiraciones, exponen los atropellos de un sistema laboral abusivo y el cinismo de las autoridades sin victimizarse ni dramatizar.
El atrevimiento de los apuntes de ficción aporta poco como parte de la narrativa y queda solo como el pretexto para consignar algunas de las represalias de las que llegan a ser presa las protagonistas, e igual se exploran poco los movimientos de protesta como reacción ante el cinismo de la subcontratación en México y la complicidad del gobierno, pero la contundencia del reclamo se sostiene y la profunda empatía que genera es innegable.
“Tratado de invisibilidad”, de la realizadora Luciana Kaplan —“La Revolución de los Alcatraces” (2012), “Rush Hour” (2017), “La Vocera” (2020)— está en plena ruta de eventos fílmicos, con la respectiva parada en la doceava edición de Doqumenta, festival de cine y narrativas de no ficción que hace eco desde los parajes de Querétaro.
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