Espectáculos

Sonríe, un gesto que aterroriza en el cine

Es el síntoma de violentos suicidios; la película de Parker Finn mantiene enganchado al espectador con un terror psicológico
  • Por Redacción

Ejemplos sobran de cómo una sonrisa puede ser el proyector ideal del terror, basta mencionar su uso —que no siempre bien logrado— en películas como Smiley (2012) y Smiley: Face Killers (2020), en todas las producciones de género que involucran payasos —desde las dos versiones de It (1990 y 2017), hasta Killer Klowns (1988) y Clown (2014)—, además de que por supuesto se trata de la firma en muchos de los más escalofriantes pasajes en cómic del infame Joker, sí, el popular personaje de DC. Sin embargo lo que en la película Sonríe, de Parker Finn, llama la atención más que el efecto, es el posible origen de que este gesto se convierte en el síntoma y colofón de los violentos suicidios de distintas personas conectadas en una interminable cadena de muertes.

Son los apuntes hacia una posible explicación que podría estar relacionada con cuestiones, que van desde lo patológico y lo emocional, a elementos sobrenaturales, o incluso una combinación de todos ellos, lo que sumado al dilema que terminan planteándole a su protagonista, mantiene al espectador enganchado durante los 115 minutos que dura la propuesta. Esto a pesar de que mientras seguimos los pasos de la doctora Rose Cotter, quien tras presenciar como una joven se arranca la vida, se ve sumergida en la desesperada búsqueda de respuestas con la amenaza latente de convertirse en otra víctima; nos encontramos con los sobresaltos de fórmula —dígase irrupciones de teléfonos sonando, cristales rompiéndose, etcétera—, amén de que la mayoría de los juegos mentales resultan bastante predecibles.

Por otro lado, hay que reconocer que a su favor cuenta con una cuidadosa y nada pretenciosa manufactura, la cual prioriza las atmósferas con colores pálidos donde la luz es uno de los detonadores de cierta inquietud, en escenarios que lucen ordenados y limpios, además de que ofrece algunos sugestivos movimientos de cámara con tomas abiertas anunciando una eventual pérdida de la cordura.

Sonríe, de Parker Finn, —Laura Hasn’t Slept (2020)— se guarda muy pocas sorpresas, pero gracias a la variante con respecto a la fuente de todo el terrorífico asunto y la solidez de la ejecución, se mantiene lo suficientemente interesante y sobrecogedora para responder a las expectativas como entretenimiento de temporada. Se estrena hoy en México.

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