Puño de tierra celebra 10 años de hacer teatro honesto
- Por Redacción
La compañía Puño de tierra celebra 10 años de hacer un teatro honesto, ya que no ha seguido moda ni tendencias, y de ser un oasis creativo para sus directores Fernando Bonilla, Maricarmen Núñez, Gabriel Zapata y Valentina Sierra, quienes decidieron hacer de esta agrupación un espacio donde abordan los temas y obras que consideran importante compartir con el público.
“La esencia de los proyectos que elegimos siempre ha sido tratar de hablar de lo que nos parece importante, abordar los temas que consideramos imperante explorar, nuestra brújula ha sido tratar de ser muy honestos, no dejarse llevar por los temas o estilos que puedan estar de moda, sino que legítimamente queremos hablar de esto y eso dirige nuestra investigación escénica; decidimos no amarrarnos a algo”, aseguró en entrevista con La Razón, Fernando Bonilla.
Para lograr lo anterior han tenido que hacer cambios en la manera de gestionar una compañía. Puño de tierra ahora no es su principal fuente de trabajo, sino el lugar a donde vuelven a crear después de embarcarse en proyectos de cine, streaming o televisión.
“Esto ha sido algo benéfico, porque se liberó de la presión de mantenernos, se convirtió en un espacio para levantar los proyectos que queremos hacer, no es un lugar para chambear, ni para hacer talacha, sino que, nos partimos el lomo en otros proyectos teatrales, o haciendo cine o televisión, y ésto nos permite salvaguardar este oasis de trabajo para los proyectos personales que tenemos la necesidad artística de llevar a escena”, compartió Bonilla.
Para festejar su décimo aniversario, la agrupación presentó ayer Quiero ser Nadia; hoy lleva a escena la emblemática obra Almacenados; y el domingo, la puesta para las infancias y los adolescencias, Bolita por favor, en el Teatro Esperanza Iris.
“Almacenados es un gran texto y se puede palpar su virtuosismo, en la capacidad de asombrarnos que tiene cada vez que la volvemos a montar; también en la capacidad que tiene para penetrar en públicos tan diversos”, explicó Bonilla.
“Es una obra muy divertida, pero que nos habla de cosas horribles, dolorosas, la explotación, la precariedad, el sentido de la vida, del trabajo, la idea de que la libertad que nos ha vendido el capitalismo y el mundo moderno es una mentira, la elección es ser explotado o morir de hambre; es placentero interpretar un texto con tal virtuosismo”, abundó.
La puesta aborda la historia de un señor que será jubilado y cinco días antes de retirarse convive con el joven que ocupará su lugar en el almacén vacío, donde aparentemente no ocurre nada.
Por su parte, Bolita por favor, aborda temáticas como la gentrificación en las grandes ciudades y la privatización del espacio público y reacreativo para los niños. Cuatro niñas tendrán que luchar para evitar que la construcción de un centro comercial les quite el parque donde suelen jugar béisbol.
Los montajes son los más representativos de Puño de tierra, que a lo largo de 10 años ha llevado a escena 25 obras, como Siglo XX que estás en los cielos y, Los ingrávidos.
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