Espectáculos

Perdidos en la noche impulsa carrera de Bárbara Mori

La actriz comparte a La Razón que hay un antes y un después en su trayectoria tras trabajar con Amat Escalante; “mi imagen y el que venía de la televisión ha sido un camino complejo”, comenta
  • Por Redacción

La actriz Bárbara Mori asegura que formar parte del elenco de Perdidos en la noche, cinta de Amat Escalante ovacionada en el Festival de Cine de Cannes, es un parteaguas en su carrera, lleva más de 20 años tratando de abrirse camino en el séptimo arte, pero venir de la televisión y de las telenovelas ha resultado complejo para ser parte de las historias que le gustaría contar.

“Definitivamente trabajar con Amat ha significado un antes y un después, no sólo como actriz, sino como mujer, en mi carrera, creo que sí abro una brecha que de alguna manera todos estos años que llevo actuando he querido abrir poco a poco, pero mi imagen y el que venía de la televisión ha sido un camino complejo. Me siento bastante consciente de lo afortunada que soy, agradecida de formar parte de este proyecto”, dijo Bárbara Mori en entrevista vía Zoom con La Razón.

La película aborda la historia de un joven llamado Emiliano (Juan Daniel García), quien busca a su mamá desaparecida y en ese camino va encontrando una serie de situaciones como la negligencia en el sistema judicial, el peligro que corren los activistas en México y la violencia. En la cinta Bárbara Mori da vida a Carmen, una estrella pop que tiene una familia, los Aldama, con un aspecto oscuro, pues podría estar involucrada con la desaparición de aquella mujer.

Para la también actriz de El complot mongol (2018) y Treintona, soltera y fantástica (2016) abordar en un filme temas dolorosos como la desaparición forzada en México es una manera de visibilizar lo que ocurre, aunque sea incómodo.

“La cinta toca problemáticas muy reales, que no han parado, llevan mucho tiempo siendo parte de este sistema que opera en la sociedad, desgraciadamente el tema de las desapariciones, el feminicidio, estas muertes, esta injusticia nos tiene a la sociedad muy dolida y lastimada”, apuntó.

Dijo que la manera en que Amat Escalante aborda estas situaciones en el largometraje, “sí mueve fuerte las entrañas, genera mucho cuestionamiento, mucha reflexión acerca de nuestro rol y el papel que jugamos como ciudadanos, como artistas, como contadores de historias”.

Perdidos en la noche también cuenta con la actuación de Fernando Bonilla, quien interpreta al artista Rigo. Para el histrión, el filme de Escalante aporta una perspectiva diferente en el contexto de violencia que se vive en México, un tema que considera ha sido el gran tópico de este siglo en el cine nacional.

“Llevamos varios años en los que el cine mexicano se ha concentrado mucho en temáticas que hablan de la violencia, pero creo que esta peli añade nuevas perspectivas y complejiza. La mayoría de las narrativas se han concentrado en contar la historia de las víctimas y de los últimos victimarios, de quienes jalan el gatillo, creo que esta cinta da un paso atrás y otro paso más para abrirnos una perspectiva más amplia”, consideró el actor.

Bonilla explicó que se cuenta la desaparición de activistas que se oponían a una empresa minera canadiense con planes de instalar una mina a cielo abierto en una comunidad rural, pero se desglosa quién ordenó que los borraran del mapa.

“Vemos que esa enorme maldad está repartida en pequeñas dosis de maldad entre muchas personas, el gran villano de esta historia es el capitalismo, el libre mercado. La violencia en México no es el resultado de gente muy corrupta y muy mala que quiere hacer daño a otras personas, es un problema multifactorial, multinacional que tiene que ver con nuestra ubicación geográfica, con la frontera que tenemos con el país más poderoso del mundo (EU), el principal consumidor de drogas, el principal exportador de armas, todos estos hilos se empiezan a dibujar en esta película”, comentó.

Bonilla resaltó que el gran valor del filme es cuestionar el papel del arte en un contexto de violencia, para preguntarnos ¿hasta dónde es legítimo abordar este tema?

“Lo que a mí más me interesaba de esta historia es ¿cuál es la posición del arte frente a este fenómeno?, ¿es legítimo contar estas historias?, ¿es legítimo utilizar el dolor del prójimo para crear obras de arte y que esta obra reditué en premios en Europa, en reconocimiento y en fama?, es un debate muy interesante, porque por más que critiquemos el juego no dejamos de jugar, estamos ahí metidos en esa rueda del hámster”, reflexionó.

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