Espectáculos

Patos, una simpática y plumífera comedia animada

La cinta de Illumination es una colorida historia sin pretensiones; muestra un mensaje claro sobre entender los cambios como una forma de fortalecer los lazos
  • Por Redacción

No hay sorpresas en su trama sobre una familia de patos que, pese a las reticencias del patriarca, deciden obedecer al entusiasmo de la madre y los hijos adolescentes, para dejar su estaque en Nueva Inglaterra y enrolarse en una aventura migrando rumbo a Jamaica para lo cual tendrán que atravesar la imponente y desconcertante Nueva York.

Sin embargo gracias al oficio que ya les han dejado exitosas sagas como Mi Villano Favorito, los estudios Illumination, con el también comiquero Benjamin Renner a la cabeza del proyecto, se apegan a la fórmula delineando personajes lejos de la estridencia y con suficientes matices que les hacen muy simpáticos, conservando en el diseño rasgos de la gestual propia de las creaciones en papel del propio director y que se alarga como una forma de reflejar emociones; consiguen que la película se convierta en la encantadora revisión de una historia que aunque ya la conocemos, se guarda divertidas sorpresas al jugar con la idea de la que podría ser la perspectiva de las aves con respecto al mundo, respetando de entrada la regla que refuerza su ficción, el que lo humanos nunca se les escucha hablar.

Por supuesto, es impecable el detalle de la animación y la solidez del ritmo a la hora de proyectar plenitud y cierto vértigo en las secuencias de vuelo, pero sobre todo al apostar por los contrastes de la calidez de la luz y los colores para generar vívidas atmósferas en las secuencias con el choque entre lo que es la tranquilidad de un entorno silvestre y lo abrumador de la urbe con su indiferencia y hostilidad, donde a pesar de todo termina imponiéndose la empatía, la solidaridad y las ganas de hacer lo correcto.

Tal es el caso de la inquietante y divertida escena con garzas que recupera lo confuso de la diferencia entre la amabilidad y lo amenazador de los cuentos de hadas, aquella que se ríe un poco de la cultura de los spa, o la otra donde lo festivo y lo sensual del baile son el marco ideal para un emocionante escape de las garras de un peculiar chef que se convierte en el gran villano.

Patos, cuyo más adecuado título original es Migration, se presenta como una colorida comedia que pese a lo convencional de la estructura es entrañable, entretenida y divertida, un plumífero y llamativo pasaje que sin falsas pretensiones es honesta a la hora de ofrecer un mensaje claro y humano sobre superarse a sí mismo y entender los cambios como una forma de fortalecer los lazos que nos unen a los seres queridos, además de una exposición sobre el adulto y su a veces asfixiado espíritu de aventura.

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