Omar Chaparro disfruta salir de su zona de confort
- Por Redacción
El actor y comediante Omar Chaparro sale de su zona de confort con la historia de un migrante deportado en la película Un viaje al corazón: The Wingwalker, proyecto que también le permitió sanar y darse cuenta de la importancia de vivir máximo, compartió a La Razón.
“Conocer una realidad muy de cerca de lo que viven los migrantes, más de 400 deportados al día y que muchos terminan en el bordo que le llaman el Purgatorio de los Migrantes, fue gratificante. Podía salirme de mi zona de confort, entonces fue muy emotivo y enriquecedor. Como ser humano llegué a lugares personales donde creo que me conocí más, hasta cierto punto sané ciertas cosas”, dijo el actor que protagoniza la cinta.
En el filme, que ya se encuentra en la cartelera mexicana, Omar Chaparro interpreta a Julián, un indocumentado, quien es viudo y tras ser deportado de Estados Unidos a México tiene que hacer todo lo posible por regresar porque su hija necesita un trasplante de corazón. Debe tomar la difícil decisión de planear un arriesgado viaje de vuelta para poder reunirse con ella.
El actor compartió que dar vida a Julián le dejó grandes lecciones: “Aprendí a no dejar de luchar, que aunque aparentemente ya no haya esperanza, siempre la hay. A que somos capaces de cualquier cosa por el amor a un ser querido, a un hijo”, contó el también actor de No manches Frida.
Y es que la intención del director del largometraje, Alonso Álvarez-Barreda, fue mostrar una mirada del éxodo desde la redención, en la que estuviera presente la esperanza.
“Me di cuenta de que podía ser una historia con la estructura de un personaje que es llevado a un extremo, que a través de su perseverancia, de no perder el espíritu, logra cruzar su situación. Era importantísimo que la película se sintiera como un viaje de redención, la cual llega a través del triunfo del espíritu humano y de esa persistencia.
“Ésas son las cosas que más me importaban temáticamente hablando”, dijo en entrevista con este diario Alonso Álvarez-Barreda, quien confesó que siempre le han gustado estos filmes, su favorito es Sueños de fuga. “Ese tipo de historias a mí siempre me han impactado mucho”, añadió.
Parte de la historia de Un viaje al corazón: The Wingwalker se sitúa en Tijuana, lugar donde Julián, como muchos deportados, sueña entre las rejas del muro fronterizo con volver a Estados Unidos para reunirse con un familiar. Para el realizador fue importante plasmar los contrastes que hay en esta ciudad.
“Es un lugar visualmente muy hermoso, pero muy rudo, muy real. Creo que la película busca también enseñar eso. Desde el punto de vista del terreno, mostramos las rutas del migrante, el viaje del indocumentado, los desayunadores a los que van, el bordo, a donde van a pedir trabajo, a donde van a llamar por teléfono, todas esas rutas por donde pasan, queríamos mostrarlo como es. Entonces, Tijuana para mí siempre va a ser un lugar muy especial”, detalló.
En Un viaje al corazón: The Wingwalker, la actriz Mercedes Hernández hace el papel de Meche, una mujer que existió en la vida real y se caracterizó por apoyar a la comunidad migrante en aquella ciudad fronteriza.
“A mí me llama mucho la atención cómo Meche y las personas que menos tienen lo dan todo, no van a perder nada porque no tienen nada más que mucho corazón, entonces, es un honor para mí contar ese lado. En otra película yo era la migrante que tocaba la puerta y ahora soy la señora que abre la puerta y los recibe muy bonito”, compartió la actriz en charla con La Razón.
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