Espectáculos

Nimona esa pequeña gran aventura animada sobre la comprensión

El filme resulta un colorido universo con buena tecnología, pero en su desarrollo se queda corto; estuvo a punto de no ver la luz, al ser proyecto de los extintos estudios Blue Sky
  • Por Redacción

La mezcla medieval futurista que presenta Nimona no es precisamente original ni lo pretende, pero está lo suficientemente bien delineada para no generar preguntas con respecto a su funcionamiento, y dar pie a un colorido universo donde lo avasallador de lo tecnológico aún permite ecos del espíritu místico alimentando las creencias populares y los prejuicios, con marcadas jerarquías acotando el orden social.

Sin duda un escenario ideal para la normalización de la diversidad de preferencias en los personajes que exige el entretenimiento actual, mientras se mantiene la necesaria exposición sobre la otredad, y el discurso crítico acerca del sistema convencionalizado que tira en contra de la inclusión y la equidad, y que a muchos les sigue provocando tanto miedo cambiar y termina por redundar en la cultura del odio.

Este proyecto, que iniciara bajo el auspicio de los extintos estudios Blue Sky —creadores de la franquicia de La Era de Hielo— y que por lo mismo estuvo a punto de no ver la luz, tiene como principal aliada la ligereza del desarrollo, el desenfado y la consistencia narrativa que evita los rodeos a la hora de establecer las motivaciones y circunstancias de su protagonista, quien a punto de ser nombrado caballero es inculpado de un crimen que no cometió.

En contraste los orígenes de quien toma el rol de su compañera en la búsqueda de probar su inocencia, una chica cambiaforma que además tiene la idea ser su secuaz cual si él fuera un villano, y cuya habilidad extraordinaria se presenta como una divertida pero profunda metáfora de la aceptación con uno mismo y parte del proceso de la convivencia; se mantiene en el misterio y habrá de irse revelando de a poco para ir alimentando el drama y permitir los giros dentro de la trama que nunca pierde el paso y va arrojando apuntes sobre la manipulación mediática y la importancia de cuestionar la versión histórica institucionalizada.

Así pues, como decíamos al principio, con Nimona que ya se encuentra disponible en Netflix y es adaptación del web cómic ND Stevenson, no hay muchas novedades en lo que se refiere a propuesta de mundo fantástico, aunque el diseño es llamativo y lo gestual es divertido y encantador, pero sobre todo, el mecanismo que sostiene la aventura tiene las tuercas bien apretadas y está al servicio de una reflexión inteligente y conmovedora. Además, con base a una comprometida y sensible representación de las dolorosas cicatrices de la estigmatización, vestida con la vivacidad de carácter que aquí es la herramienta para sobrellevarlas, nos entrega  a la más carismática de las coprotagonistas que en este tipo de producciones animadas se han podido ver en los últimos años.

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