Nailea Norvind refleja la complejidad de ser hija en El padre
- Por Redacción
La actriz Nailea Norvind refleja lo complejo de ser hija y amar a pesar de las adversidades en la puesta en escena , donde comparte créditos con Luis de Tavira, una experiencia de “mucho aprendizaje y gozo”, dijo en entrevista con La Razón.
En el exitoso montaje, que está por despedirse en siete semanas en el Teatro Fernando Soler de la Ciudad de México, Norvind da vida a Ana, una de las dos hijas de Andrés, un ingeniero retirado que se niega a aceptar que tiene demencia senil.
“Ana es una persona con mucha compasión, con mucho amor, que tiene paciencia, templanza. Creo que a veces es muy fácil amar a alguien que te dio todas las razones para hacerlo, pero hay veces que tenemos que amar a quienes no nos dieron los motivos, hay padres muy duros que fueron intransigentes”, comentó.
En el caso de Ana, ella sabe que no es la favorita de su padre y que incluso la critica constantemente; sin embargo, su amor la lleva a querer cuidarlo y protegerlo.
“Ana tiene a un padre que la está comparando con su hermana, que le dice que ella no es tan inteligente, que se parece a su mamá, que es demasiado sobria, demasiado alarmista, no es fácil digerir todo eso y dar una sonrisa, abrazar y ayudar, es una mujer con mucha fortaleza. Hay una lucha interna en la que quiere hacer lo mejor para su padre, porque es incondicional lo que ella siente y, a la vez, es darse cuenta que tiene que ejercer su propia vida”, destacó la también actriz de obras como Hamlet y Muerte súbita, además de las cintas Manto de Gemas, Después de Lucía y El club de los idealistas, por mencionar algunos proyectos.
Para la preparación de su personaje, compartió, primero se enfocó en dotarlo de su esencia y después vio otros proyectos, como la adaptación que se hizo de la obra de Florian Zeller al cine con las destacadas actuaciones de Anthony Hopkins y Olivia Colman.
“Cuando trabajo procuro generar lo mío para que tenga mi esencia, pero también al mirar esa película se aprende mucho con esos actores sensacionales”, expresó Nailea Norvind, para quien cada función en el teatro es como llegar a un oasis.
“Se vuelve un ritual donde me gusta llegar varias horas antes, dos y tres horas para que uno se vaya desconectando de la energía que traemos de la calle, nos gusta hacer ejercicios para estar alerta antes de entrar a escena. El lazo entre el maestro Luis de Tavira y yo está desde ahí, nos miramos profundamente a los ojos, es importante estar conectados, no tanto controlarlo como el actor, sino confiar que los personajes aparecen y usan nuestro cuerpo para contar la historia”, contó la actriz.
El padre, bajo la dirección de Angélica Rogel, se presentará por siete semanas más en el Teatro Fernando Soler, de viernes a domingo.
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