Llevan al teatro el fascinante mundo de Dostoyevski
- Por Redacción
Partiendo de la premisa de que el escritor Fiódor Dostoyevski es “absolutamente fascinante” e interesado en las “grandes preguntas filosóficas y las grandes contradicciones de la humanidad”, Alberto Lomnitz, María Pintado y Octavia Popesku se dieron a la tarea de adaptar tres novelas clásicas del autor, Los Hermanos Karamazov, El idiota y Demonios, en el montaje Dostoyevski. Los demonios y el idiota.
“La ambición original era hacer un montaje con toda la obra de Dostoyevski, pero no sé si sea imposible, estaba más allá de nuestras capacidades, y nos centramos entonces estas tres novelas con personajes fantásticos y muy apasionados”, compartió a La Razón Alberto Lomnitz sobre esta obra que regresa a cartelera con una corta temporada del 30 de agosto al 10 de noviembre en el Foro Lucerna, en Lucerna 64, colonia Juárez, en la Ciudad de México.
La puesta en escena fue para el director la oportunidad de abordar los planteamientos más profundos y complejos del realismo psicológico de Dostoyevski.
“Todos somos Aglaya, pero al ratito somos Nastasya y al ratito Rogozhin (de la novela El idiota). Es cuestionarme cómo sobrevivir en términos éticos y anímicos, incluso en este mundo, así de grande es Myshkin, un personaje absolutamente abocado al amor y a la compasión por lo malo, por las personas que se enfrentan a un mundo de crueldad terrible, de este tamaño ha sido la reflexión personal que esta obra me ha provocado”, explicó Alberto Lomnitz, quien resaltó que el autor ruso es todo menos “solemne y aburrido”.
El director resaltó que Myshkin también es una especie de Jesucristo reencarnado y en contrapunto, tenemos estos monjes que son severos, que son profetas del mal, y resulta que creo un contrapunto cómico en un sentido profundo de la palabra”, externó sobre este montaje que se presentó por primera vez hace 12 años.
El elenco, integrado por María Inés Pintado, Octavia Popesku, Cassandra Ciangherotti, Tamara Vallarta, Gabriela Núñez y Mariana Gajá, cada día encuentra nuevas reflexiones y preguntas existenciales. “Un día puedo reflexionar sobre la fe y la existencia en un ser superior, otro día sobre el poder de decidir y el libre albedrío, otro día sobre el amor. He pensado mucho sobre cómo es tomada esa ingenuidad y el ser cándido en nuestros días, como gente estúpida o que te toman ventaja. Veo a Myshkin y me acuerdo de mi madre, que le pasan muchas cosas por ser buena, aunque eso no tendría que pasar en el mundo”, compartió a este diario Mariana Gajá.
Por su parte, Gabriela Núñez se ha replanteado varios aspectos de su vida: “Me confronta con muchas grandes verdades que tenía sentadas en mi vida. De la coexistencia del bien y el mal, y de la desafortunada oportunidad de vivir en un mundo como el que vivimos, del miedo como una forma de control”, dijo.
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