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Godzilla Minus One, el Rey de los Monstruos mejor que nunca

Godzilla Minus One es la mejor película que se ha realizado hasta ahora sobre el único e inigualable Rey de los Monstruos; checa la crítica completa
  • Por Redacción

Aunque algunas situaciones no dejan de bordear en el absurdo como es propio del concepto de cualquier película Kaiju, Godzilla Minus One de Takashi Yamazaki recupera y revitaliza el aspecto del drama humano, apostando por la sobriedad del tratamiento para ampliar la lectura clásica sobre la presencia del monstruo y lo que representa.

Y es que ahora no solo se trata de una dantesca metáfora del terror ante el poderío atómico, sino también sobre el trastorno postraumático, la desesperada búsqueda de integración social, el peso de la culpa y la vergüenza en quienes sobrevivieron al conflicto, ademas de lanzar un reclamo ante el menosprecio que el gobierno nipón -como el de la mayoría de los países- ha mostrado a lo largo de los años hacia la vida de quienes integran sus ejércitos.

Aquí la brutalidad del espectáculo que ofrece el paso del monstruo va en paralelo con el retrato de individuos consumidos por la pérdida y el remordimiento, así como de familias rotas por la guerra, palabra que se repite hasta el cansancio durante un relato al que le resulta natural alimentarse de la desoladora perspectiva del cine bélico y apuntar cierta crítica al militarismo.

Lo mejor es que contrario a lo que pudiera pensarse, todo lo hacen sin perder un ápice de la acostumbrada potencia destructiva que si bien no se guardan nada a la hora de lucir a Godzilla destruyendo ciudades y enfrentando buques, aviones y demás armamento pertenecientes a una época análoga, siempre mantiene el enfoque de tragedia y encuentra el equilibrio con solidas secuencias de zozobra donde apenas muestran a la criatura o le mantienen oculta para empujar la tensión.

Para ello hacen efectivos los alcances del CGI sin dejarse llevar por los excesos para lograr un resultado un tanto más orgánico y enfocado, permitiéndose además referir por momentos a la textura del celuloide emparentándose de inmediato con la estética de la legendaria producción Japón bajo el terror del monstruo (1954) de Ishirô Honda.

Es cierto que a veces no son suficientes las explicaciones en relación a las dimensiones de la criatura y la forma en que interactúa con el entorno, principalmente el océano, pero resulta muy sencillo pasar de largo en ese sentido, dada la claridad de los objetivos, la solidez de la narrativa y la carga simbólica de diversas escenas.

Sin duda después de aquella que le presentó a mediados del siglo pasado, Godzilla Minus One es la mejor película que se ha realizado hasta ahora sobre el único e inigualable Rey de los Monstruos, cuya versión asiática llega para levantarse con todo su poderío y orgullo frente a las producciones norteamericanas, reclamando su lugar dentro del mundo del entretenimiento.

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