Fauna cuestiona la narcocultura en la pantalla
- Por Redacción
El director mexicano Nicolás Pereda en su filme Fauna cuestiona la representación de la narcocultura en series o películas y cómo el público ha adoptado arquetipos que emanan de éstas para integrarlos a su realidad, como la manera de vestir, la normalización de la violencia e incluso la forma de hablar, cuando se tiene enfrente una violencia que traspasa fronteras y es mucho más compleja.
“Las botas y el sombrero o los espacios de violencia como la pared llena de balazos son una cosa arquetípica, mientras que en la cotidianidad del mundo de la violencia, del mundo en el que vivimos, es mucho más compleja, mucho menos caricaturesca”, expresó Pereda en entrevista con La Razón.
Para la cinta el realizador toma como eje a un actor que realmente formó parte del elenco de Narcos: México, además se inspiró en la novela Los cárteles no existen, de Osvaldo Zavala.
“Hace una crítica en torno a la representación de la violencia en el arte en general, desde el arte contemporáneo, hasta las series de televisión, pasando por las películas y el teatro. Hacía una crítica hacia cómo la representación de la violencia en el arte reduce las posibilidades de entendimiento. No ayuda a la apertura, sino que suele reducir esa violencia a ciertos espacios y arquetipos”, explicó.
En el largometraje presenta la historia de Luisa y Gabino, quienes viajan al norte de México a visitar a sus padres, quienes tienen una fascinación con el novio de su hija, Paco (Francisco Barrera), quien actúa en la serie Narcos: México y quien se siente incómodo por la manera en que se le trata por su profesión.
Para plantear la historia, Nicolás Pereda hace un interesante ejercicio cinematográfico en el que se construye ficción dentro de la ficción, mientras se toman aspectos de la realidad, como si se tratara de una matrioska.
“El escritor uruguayo Mario Levrero usa pequeñas tramas de thriller, situaciones en las que uno cree que está dentro de una novela policiaca y, de pronto, el personaje se engancha con un jueguito de golf en la computadora y entonces te empieza a describir el jueguito de golf durante 8, 9 o 10 páginas, y el crimen, ¿dónde quedó? Es de donde parto”, explicó.
Pereda señaló que siguiendo la línea de Levrero es que decidió que para la película participara un actor real de una serie que aborda el narcotráfico.
“Es evidente que las personas tienen una capacidad de interpretación y me interesaba que en este juego hubiera ecos del universo de la representación. La película no es exactamente sobre lo que uno está viendo, sino sobre la representación de lo que uno está viendo”, apuntó el director.
Fauna se aleja de la estructura narrativa convencional para contar la historia de Luisa y Gabino, dos hermanos que van a visitar a sus padres. Ella presentará a su familia a Paco, su novio, un actor que recientemente participó en Narcos: México.
Nicolás Pereda suele usar elementos narrativos extraídos de la realidad y los inserta en la trama, lo que vuelve a su obra una especie de híbrido entre documental y ficción. Para este largometraje, colaboró una vez más con el colectivo teatral Lagartijas tiradas al sol, al que pertenecen Lázaro Gabino Rodríguez, Luisa Pardo, Francisco Barreiro y Mariana Villegas. Dentro de Fauna, los personajes llevan los mismos nombres que los actores que los interpretan, pues el director toma mucho de ellos para construir su universo.
Sobre esta propuesta en el filme, Luisa Pardo, protagonista de Fauna, comentó: “Esa relación entre realidad y ficción es muy difusa y se enriquece a sí misma, como que la ficción hace más grande la realidad y la misma realidad está todo el tiempo alimentando la ficción”.
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