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Amor y Salsa–80 años, el álbum póstumo de Pablo Milanés

Integrado por 20 canciones del trovador cubano; duetos con Alejandro Sanz, Rosario, Oscar D’León, Gilberto Santa Rosa, Juanes y Francisco Céspedes, por mencionar algunos
  • Por Redacción

El proyecto discográfico que Pablo Milanés (Bayamo, Cuba, 24 de febrero, 1943–Madrid, España, 22 de noviembre, 2022) grabó antes de su fallecimiento: Amor y Salsa–80 años (Universal Music, 2023) acaba de ser lanzado al mercado de forma íntegra luego de la aparición de varios sencillos en plataformas digitales durante el año 2022. Producción musical en duetos con destacados intérpretes: Alejandro Sanz, Gilberto Santa Rosa, Juanes, Ana Belén, Diego Torres, Andy Montañez, Oscar D'León, Rosario, Ismael Miranda, Luis Enrique, La India, Francisco Céspedes, Aymée Nuviola, Ismael Miranda y Gonzalo Rubalcaba, entre otros.

Álbum concebido junto al músico Dagoberto González Jr., quien se hizo cargo de la dirección musical, los arreglos, selección de los temas y cantantes partícipes. Colaboración de excelentes músicos y virtuosos instrumentistas que hicieron posible trasladar a las conformidades de los ritmos afrocubanos las exitosas canciones del cofundador del Movimiento de la Nueva Trova Cubana. Versiones frescas aderezadas de estribillos montuneros propios del son cubano: 18 piezas a duetos y 2 moduladas en solitario por Milanés.

Viaje por un repertorio diverso en tránsito por lo tradicional hasta la modernidad en parada por el bolero, el filin, la nueva canción trovadoresca, el changüí, el guaguancó, el son y la guaracha. “Fui erigiendo, a partir de las ideas de Pablo, un espacio sonoro lleno de nervio y pujanza desde armonizaciones orquestales enraizadas en la tradición sonera en la fusión de conjunciones de la salsa”, ha dicho Dagoberto González Jr., quien fue integrante del ensamble de Milanés durante 25 años.

Presencia de canciones clásicas: “Para vivir” en complicidad flamenca con Alejandro Sanz; "El breve espacio en que no está", a dueto con Gilberto Santa Rosa; “Yo no te pido” con La India; “Años”, interpretada por Oscar D’León; o “Ámame como soy” con la sonera Aymée Nuviola y el pianista Gonzalito Rubalcaba. Destacan dos canciones recientes “Día de luz” con el colombiano Juanes; y “Desde el portal” en diálogo con Francisco Céspedes. “Matinal”, una de las más hermosas tonadas de amor del cancionero cubano, es presentada junto al puertorriqueño Ismael Miranda: veterano de la música salsera, figura icónica del género.

"Es un disco que Pablo concibió con calma en el propósito de hacer una recreación de sus composiciones trasladadas a la música salsa configurada en los parámetros del son cubano. Él siempre agradeció la colaboración de los músicos y de los vocalistas participantes, decía que era un honor hacer duetos con ellos. Emocionante legado de amor y salsa. El fonograma coincidía además con su cumpleaños 80. Finalmente, no pudo verlo terminado. Pero Amor y Salsa ha visto la luz: es su primer fonograma póstumo”, dijo a La Razón Nancy Pérez, quien fuera esposa y manager de Pablo Milanés.

¿Proyecto que Milanés tenía en su cabeza desde los años 90? Era un amante del son y el estilo de la salsa; escuchaba a los grandes salseros de los años 70 y 80: Oscar D’León, Blades, Willy Colón, Sonora Ponceña, El Gran Combo y otras agrupaciones. Sí, en los 90 intentó grabar un disco que se iba a llamar Pablo y Salsa. Realizó por esos años con Andy Montañez el álbum AM PM con algunas versiones de salsa y son.

¿La idea cuaja años después? Quedó retumbando hasta 2018. Dagoberto González le dijo que ya era el momento de hacer algo trascendente con la posibilidad de invitar a destacados intérpretes de salsa, de pop, de balada, de son, de guaguancó y de bolero admiradores de su obra y conformar este fonograma.

¿Algunos participantes no son estrictamente salseros? Están desde los grandes de la salsa reconocidos a nivel mundial: Gilberto Santa Rosa, Oscar de León, Ismael Miranda, La India, Luis Enrique, Víctor Manuel, Issac Delgado, El Canario, Andy Montañez o Aymée Nuviola acompañada por Gonzalo Rubalcaba. Sin embargo, aparecen otros sin vinculación con el género: Alejandro Sanz, Juanes, Diego Torres, Rosario, Ana Belén o Francisco Céspedes que por amor y admiración por Pablo no dudaron en participar y montunear a partir de los arreglos de Dagoberto.

¿Milanés escogió a los cantantes? No, todo lo dejó en mano de Dagoberto González, productor, director musical y arreglista. Las propuestas de los intérpretes y las canciones llegaban con el arreglo orquestal incluido, Pablo las revisaba, daba el visto bueno y todo continuaba.

¿Sesiones de estudio en diferentes espacios? Sabíamos que sería una faena larga y de mucha dedicación. Nos abocamos a programar sesiones de grabaciones con los colaboradores y con los instrumentistas en diferentes momentos en Cuba, España, Miami, Puerto Rico y New Jersey. En medio de toda esa vorágine, llegó la pandemia y paralizó todo el trabajo. Pero, la idea estaba clara, la cual fue retomada en la pospandemia.

¿Intención de que la música de Milanés tuviera repercusión en otros ámbitos? Pablo estaba muy entusiasmado de poder atraer a nuevas audiencias, sobre todo de jóvenes. Creo que el disco corrobora la riqueza y la versatilidad de sus composiciones que pueden tener mudanzas al jazz y a la salsa. Textos que no son habituales en la modalidad ahora tienen la posibilidad de ser coreadas mientras se bailan.

¿Planes de presentación de otros trabajos que Milanés dejó inconcluso? Estamos trabajando en la posproducción de un álbum con canciones inéditas y sobre todo de melodías concebidas por él en los últimos cuatro años. Queremos llevar a un fonograma el último concierto que ofreció en La Habana en junio de 2022, meses antes de morir.

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