Prisca Awiti gana primera medalla en judo para México en JO
- Por Redacción
En París, Francia
Sorpresiva e histórica fue la medalla olímpica de plata que consiguió la guanajuatense Prisca Awiti en la división de -63 kilogramos, la primera en la historia del judo tricolor, un deporte de poca difusión e impulso en el país, pero que en la cuarta jornada de París 2024 se convirtió en el foco de atención, dentro y fuera del Champs de Mars Arena, que fue testigo del metal 75 para México en la historia del magno evento.
Una medalla que los especialistas no tenían en el radar y que conforme Prisca Guadalupe avanzaba en la gráfica con un dominio contundente sobre sus rivales, acrecentaba la ilusión de la segunda medalla olímpica para la delegación en París, después de lo hecho en jornadas previas por el equipo femenil de tiro con arco.
Algunos integrantes de su familia tuvieron entradas para el primer combate, pero después tuvieron que ver el camino de Awiti Alcaraz por la medalla olímpica en un restaurante ubicado en la esquina de la sede, donde su mamá, hermanos y novio la vieron ingresar al olimpo, acompañados por una decena de medios que acechaban sus reacciones.
Mientras tanto, Prisca Awiti encendía el tatami en el Champs de Mars Arena, al dominar su primer encuentro —ronda en la que quedó eliminada en su debut olímpico de Tokio 2021—, y dejar fuera a Nigara Shaheen, del Equipo Olímpico de Refugiados, en poco menos de 30 segundos. Después, superó a la polaca Angelika Szymanska en octavos y a la austriaca Lubjana Piovesana, cuarta mejor judoca del mundo, a la que venció en punto de oro para continuar ante la croata Katarina Kristo, en la semifinal, donde también tuvo el marcador a su favor con el llamado “ippon”, que significa dejar inmóvil al rival en el tatami.
Ataviada con su “judogi” blanco, se presentó para disputar su quinto combate y final histórica ante la eslovena Andreja Leski, quien a pesar de sentir la fuerza de la mexicana, al final ganó el título, pero el resultado siguió siendo positivo para Prisca, al hacer historia y subir al podio como la primera medallista olímpica de judo en el deporte mexicano; con lo cual el país extendió su presencia en el medallero olímpico histórico a 18 disciplinas.
“No me la creo todavía, no me ha caído el veinte que soy medallista olímpica, me siento orgullosa, muy feliz, desafortunadamente no pudo ser el oro, pero estoy contenta con mis peleas de hoy”, fueron las primeras palabras de la judoca de 28 años nacida en Londres, de padre keniano y madre mexicana, que no era favorita después de calificarse vía ranking y que representa al país desde el 2017.
Antes de seguir con las entrevistas y cumplir con la prueba de antidoping, pudo darle el ansiado abrazo a su mamá y hermano, a quienes pasaron afuera de la zona mixta de entrevistas tras su triunfo, afirmando que “es un orgullo ganar la primera medalla de mi deporte, no creo que vaya a ser la última y espero inspirar a las generaciones que vienen, que sepan que todo es posible”.
El judo mexicano hizo su aparición en la máxima cita deportiva en Tokio 1954. Desde entonces suma 15 participaciones, de las cuales las últimas 14 han sido de manera consecutiva.
Prisca Awiti, quien ganó la plata 25 para México en la historia, se unió también a Pilar Roldán (1968), Ana Gabriela Guevara (2004), Belém Guerrero (2004), Aída Román (2012), Paola Espinosa-Alejandra Orozco (2012), Guadalupe González (2016) y María del Rosario Espinoza, las otras mexicanas que se han colgado la presea plateada en Juegos Olímpicos.
Fue la primera presea plateada para México en ocho años, pues en Tokio 2021 se lograron cuatro bronces.
A pesar de verse rodeada de medios de comunicación y no poder ingresar más que al primer combate por no tener entradas para las demás rondas, la mamá de Prisca Awiti mostró en todo momento su alegría por el triunfo histórico de su hija, a quien se vio darle la bendición antes de los cuartos de final, además de confesar que le encargó a la Virgen de Guadalupe su actuación.
Y es que el segundo nombre de Prisca es justo “Guadalupe”, a lo que explicó la señora Lola “es en memoria de su abuela materna y su otro nombre es de su abuela paterna, entonces tiene la fuerza de las dos culturas muy fuertes”, ya que es hija de padre keniano y madre mexicana, resaltando también que la deportista y ahora medallista olímpica nació justo un 12 de diciembre.
Y como fiel creyente confesó que previo a la competencia “fui al santuario del Sagrado Corazón aquí en París, tienen un altar muy bonito, y le prendí su veladora, le dije: ‘acompaña a mi hija en su competencia, por favor”, y yo creo que sí la acompañó”.
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