Diablos Rojos aplasta a los Yankees en la histórica serie disputada en Ciudad de México

Se terminó la histórica visita de los New York Yankees a la CDMX para jugar con los Diablos Rojos del México, que en una voltereta impresionante vencieron 8-5 a los Bombarderos del Bronx para aplastar en la serie y quedarse con marca vencedora en enfrentamientos directos.

Luego de 56 años ambas franquicias se volvieron a enfrentar y las dos victorias de los Rojos del México este año se juntaron con la que tuvieron en 1968, cuando superaron a los Mulos de Manhattan 5-3 el lunes 18 de marzo.

Los Yankees solo han vencido al México una vez, el miércoles 20 de marzo de 1968 por marcador de 9-1, dejando la foja en 3 victorias por 1 en favor de los Diablos Rojos, la escuadra más ganadora de la pelota nacional.

El duelo de abridores fue entre el estadounidense Ronnie Williams, por los Rojos del México, y el mexicano Luis Serna, por los Yankees, quienes tuvieron tardes complicadas. Williams, exmayorista, no terminó ni siquiera la primera, pues permitió tres carreras.

Mientras que el serpentinero azteca, nacido en San Luis Río Colorado, Sonora, lanzó tres entradas, pero no completó la última de ellas, pues el cubano Diosbel Arias le pegó un Grand Slam que cambió el rumbo del juego y que marcó el regreso de los locales luego de ir abajo en la pizarra.

La primera jugada a la defensiva apareció apenas en el segundo turno al bat de los Mulos de Manhattan, cuando Giancarlo Stanton pegó una línea que pintaba para cuadrangular, pero el jardinero central Julián Ornelas se quedó con la pelota para el segundo out de la tarde.

A Williams se le complicó la entrada y pagó caro, pues los Yankees anotaron con Oswaldo Cabrera y Oscar González tras un doble de José Treviño. La tercera timbró con un imparable de Juan Escarra, luego que el abridor escarlata se puso atrás en la cuenta.

La novena de Nueva York igualó en en el primer episodio su producción del juego anterior, en donde tuvieron que esperar hasta la última entrada para romper el cero y se acercaron a los Diablos, que ganaron por 4-3.

Con las bases llenas Ronnie Williams dejó el juego y vino con la grúa el venezolano Erick Leal, lanzador estelar en la pelota mexicana, quien pudo terminar con la alta de la primera entrada, en donde todos los Yankees batearon.

Con los Diablos por primera vez al bat, fue el turno del serpentinero mexicano Luis Serna de subir a la lomita por los Yankees, que le dieron confianza al joven de 19 años de mostrarse en su tierra natal. El sonorense fue firmado por los Bombarderos del Bronx en 2016.

El pitcher mexicano lució pulcro en sus lanzamientos hasta la fatídica tercer inning y despachó en sus primeros lanzamientos a Robinson Canó, quien en el primer juego de la serie pegó un cuadrangular, anotó dos carreras y remolcó las dos faltantes en la victoria capitalina.

En la alta de la segunda entrada se vivió un momento escalofriante, cuando el pelotero Oscar González recibió un impacto de la pelota en su cara tras conectarla con su bat. El pelotero cayó al suelo y quedó tendido en el campo por algunos minutos.

Las asistencias entraron y auxiliaron al dominicana, quien afortunadamente se puso de pie, pero abandonó el diamante en un carrito médico, aunque fue una buena señal que saliendo hizo una gesto con la mano que indicaba que estaba bien.

Fue hasta la tercera entrada cuando se le congestionó a Serna la ofensiva escarlata, pues se le llenaron las bases luego de darle la base por bolas a Canó. El serpentinero mexicano no tenía outs y el panorama lucía complicado.

Serna regaló otra base por bola, ahora a Ornelas, y permitió la primera carrera de los Diablos Rojos del México. Diosbel Arias le dio la vuelta al juego con un cuadrangular remolcador de tres carreras, para poner la pizarra 5-4 en favor de los locales.

El Grand Slam del cubano provocó que el joven mexicano entregara la pelota para que otro pitcher terminara la entrada, pero Danny Watson sufrió el mismo destino, pues Juan Carlos Gamboa impulsó dos carreras y anota otra para aumentar la ventaja en el marcador.

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